CONJUGANDO VERBOS (R) 

Levantaré caminos accesibles y generosos, no para correr, sino para poder volver a mí sin hacerme daño.

Andaré despacio, con esa humildad que tienen los que ya se han equivocado y, aun así, se atreven.

Permaneceré con el corazón abierto, aunque a veces entre corriente. No para que cualquiera pase, sino para que el Amor me encuentre despierto y sin máscara.

Aceptar no será rendirme: será soltar la pelea que me deja sin aire.

Confiaré… incluso cuando la confianza tenga la voz baja y la fe parezca una silla coja.

Abrazaré como quien sostiene.

Y si alguna vez se rompe ese abrazo, no me insultaré por haber creído: recogeré los trozos con paciencia, uno a uno, como se recogen las cosas que importan.

Me alegraré sin pedir permiso.

Y si todo es triste, no lo taparé con ruido: acariciaré la tristeza, que también necesita manos para no convertirse en piedra.

Tendré ilusiones, sí.

Y si las pierdo miraré las estrellas como quien pide una señal pequeña, una sola, para seguir una noche más.

Intentaré crear.

Y si no puedo, ayudaré; porque a veces la vida no pide brillo, pide presencia: estar, escuchar, acercar un vaso de agua, decir “aquí”.

Edificaré un futuro con lo que tenga a mano: dudas, ganas, algún temblor.

Y si no llega como lo imaginé, continuaré porque merezco no abandonarme.

Contemplaré.

Y si todo es gris, soñaré sin vergüenza: el sueño también es un hogar cuando la realidad se pone fría.

Sonreiré.

Y si hoy no es posible, sentiré.

Sentiré sin atajos. Porque mientras sienta, sigo vivo.

Y mientras siga vivo, todavía puedo volver a empezar.

«No hace falta tener una discapacidad para ser diferente. Todos somos diferentes.» (Kim Peek hoy hace 26 años que ya no puede hacer mas citas. Se fue con 58 años y fue diferente toda su vida. Afectado de Savant -síndrome del sabio- sabía muy bien de lo que hablaba)  

Hoy toca el "estruendo" de los sonidos del silencio, versión Simon & Garfunkel. Nada más que comentar.

Mode Avió

Vaig apagar el mòbil com qui tanca una porta amb clau i després trenca la clau. La ciutat va quedar-se en pausa: semàfors sense pressa, veus lluny, una moto tossint. A casa, el frigorífic feia de bateria i el radiador xiuxiuejava coses que no deia mai quan jo mirava.

Vaig seure al sofà. Res a veure. Res a contestar.

Llavors, dins del meu cap, van començar a vibrar notificacions que no existien.

I vaig entendre que el silenci també té cobertura.