UN MAL LUGAR PARA MORIR
El otro día leía que la ciudad de Svaldard situada en un archipiélago del Océano Glaciar Ártico y perteneciente administrativamente a Noruega, era un mal lugar para morirse. En realidad lo que no se permite es enterrar a nadie. Ocurre que esa ciudad noruega es rica en premafost es decir, la capa del suelo permanentemente helada a causa de las bajas temperaturas del lugar. Ello hace que los cadáveres se conserven en perfecto estado así como también los virus que transformaron el cuerpo de vivo a muerto. Con la facilidad que corren los virus en la actualidad no hay que darles ocasión para que circulen libremente. Está visto que lo que es malo para unos es una oportunidad para otros. Explíquenselo sino a las farmacéuticas.
Morirse un 31 de diciembre es el colmo de la mala suerte. Claro que hacerlo un 1 de enero cuando crees que el año que empieza va a ser mejor, es mucho peor. Le ocurrió a Natalia Cole que tal día como hoy del 2015 se fue a hacer duetos con su padre en “persona”. Que el 2022 nos sea lo más propicio posible a tod@s. Besos a ellas y abrazos a casi todos ellos.