domingo, 18 de noviembre de 2012

Y uno se cansa...



... del  yo  disfrazado de nosotros.
Y se harta del huracán de los susurros que ceden  a la ligereza de la brisa.
Y se hastía de los te quiero comprometidos en la borrachera del orgasmo.
Y se aburre de escribir capítulos en historias que se repiten.
Y se llega a saciar de la decepción que supone el llenar su vacío de mas vacío.
Y  se fatiga de caer y volver a levantarse en atajos que no llevan a ninguna parte.
Y se satura de romperse en mil pedazos para recomponerse con unas piezas que nunca más volverán a encajar.
Y se rinde ante la evidencia  de las palabras huecas.
Y de acabar una realidad para  volver a empezar otra quimera.
Y se asquea de perseguir una mentira cargada de reproches de ida y vuelta.
Y uno se agota de sostener la esperanza propia y ajena.   
Por eso es necesario pararse en el camino, tomar aire, coger la brújula  y esperar a que marque de nuevo la dirección de mi vida.

domingo, 11 de noviembre de 2012

Dolorosa separación


Han sido muchos años juntos por eso nuestra separación ha sido dolorosa y aunque la vida da vueltas y es imprevisible sé que nunca más volveremos, si quiera, a estar cerca. Sobre todo cuando ha tenido que ser un tercero quién te arrancase de mí casi a la fuerza.

La situación se había vuelto insostenible desde que este verano te hiciste más evidente limitando mi capacidad de movimientos. Se me hacía punzante el poder descansar  tumbado en mi hamaca. Tu insistencia me impedía leer y escribir con sosiego aún sabiendo lo importante que es para mí cultivar el espíritu. Tu actitud era inadmisible no obstante haber formado parte de mi durante tantos años, de haberte acariciado en innumerables ocasiones y de haberte colmado de cuidados y atenciones.

No es que me quisieras mal, pero es que tu manera desmesurada de crecer amenazaba mi integridad y me llevó al dilema de tener que abandonarte, no sin dolor como te he dicho al principio de este escrito. Quiero que sepas para consuelo de tu vanidad, que has dejado una profunda huella en mí que no se borrará en toda mi vida. Es lo que pasa cuando te extirpan un quiste.

martes, 6 de noviembre de 2012

Errores (II)




 El proceso de separación fue doloroso. Vaciaron en él todo el cemento necesario para construir un muro infranqueable entre ambos. Se repartieron el poco patrimonio que tenían: para ella la cámara de fotos,  el trípode que siempre se llevaba en sus viajes, para él. Ella negó la existencia del trípode.

domingo, 4 de noviembre de 2012

Errores (I)




Supo que le era infiel cuando vio que en las fotos de sus viajes siempre aparecía solo. Se lo negó una y otra vez pero no le creyó, para ella era evidente que alguien debía hacer las fotos. No encontró más evidencia que aquella y sin embargo, aunque decía que le quería, no pudo perdonarle.