Ernest Hemingway decía que el cuento era la fotografía de un instante... Y yo tengo mucho cuento
lunes, 14 de abril de 2014
El poder del No
No es no y hay una sola manera de decirlo.
No.
Sin admiración, ni interrogantes, ni puntos suspensivos.
No se dice de una sola manera.
Es corto, rápido, monocorde, sobrio, escueto.
No.
Se dice una sola vez, No.
Con la misma entonación, No.
Como un disco rayado, No.
Un No que necesita de una larga caminata o una reflexión en el jardín, no es No.
Un no que necesita explicaciones y justificaciones no es No.
No tiene la brevedad de un segundo.
Es un no, para el otro porque ya fue para uno mismo.
No es No, aquí y muy lejos de aquí.
No no deja puertas abiertas ni entrampa con esperanzas, ni puede dejar de ser No, aunque el otro y el mundo se pongan patas para arriba.
No es el último acto de dignidad.
No es el fin de un libro, sin más capítulos ni segundas partes. No, no se dice por carta, ni se dice con silencios, ni en voz baja, ni gritando, ni con la cabeza gacha, ni mirando hacia otro lado, ni con símbolos devueltos; ni con pena y menos aún con satisfacción.
No es No, porque No.
Cuando el no es No, se mira a los ojos y el no se descuelga naturalmente de los labios.
La voz del No, no es trémula ni vacilante, ni agresiva, no deja duda alguna.
Ese No, no es una negación del pasado, es una corrección del futuro.
Y sólo quien sabe decir No, puede decir Sí.
domingo, 6 de abril de 2014
Lo que de verdad importa
No hay más que echar una ojeada a
nuestro entorno para saber qué es lo que nos preocupa. Este fin de semana había
que mirar a Barcelona. A la ciudad de Barcelona donde siempre ocurren cosas… Veamos. Barcelona tiene un censo electoral de 1.163.556
personas y todas ellas pudieron votar para la elección del próximo candidato del PSC a la alcaldía de Barcelona.
Lo hicieron 5.534 votantes incluidos algunos paquistanís que no estaban en el
censo electoral. El que salió elegido lo
hizo por un 54% de los votantes es decir, 2.988 votos. No fue una gran
manifestación de entusiasmo popular por lo que se deduce de los números a pesar
de que fueron seis los candidatos que se presentaron. Puedo decir sin temor a
equivocarme que votaron sus amigos y poco más.
Unos metros más allí se celebraba
un referéndum: el que decidía la remodelación del campo de fútbol del
Barcelona, el ya llamado “Nou Camp Nou”. En esa votación solo podían participar
los socios del FC Barcelona, unas 118.000 personas con derecho a sufragio. Lo
hicieron el 31,65% del censo, 37.535 socios. Ganó la remodelación con un 72,36%
de los votos.
Lo que le recomendaría al
candidato del PSC y, por extensión, a cualquier otro candidato de otro partido
es que la próxima vez, si quieren una mayor participación ciudadana que es en
lo que se computa la democracia popular, las urnas de votación estén al lado de un
estadio de fútbol porque ya se sabe que, en este País, lo que de verdad importa son las
pelotas.
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