SALUD PREDICTIVA (Y 2ª PARTE)
Paul tomó el ascensor hasta la planta baja y salió a la brillante mañana. Los vehículos autónomos ya circulaban silenciosamente por las calles, llevando a la gente a sus trabajos. Al pasar junto a uno de los quioscos de la acera, la pantalla se iluminó:
"¡Hola Paul! Detectamos un nivel bajo de vitamina C esta semana. Te recomendamos nuestra nueva bebida de naranja fortificada con vitamina C y zinc para reforzar tus defensas antes de que llegue el invierno".
Paul sonrió al ver el aviso. El sistema de salud predictiva se integraba perfectamente en la infraestructura de la ciudad. Los sensores y las IA monitoreaban a los ciudadanos e intervenían de forma útil y oportuna cuando detectaban cualquier necesidad.
Llegó a su trabajo en el Ministerio de Sanidad y se dirigió a su oficina. Allí lo esperaba su asistente virtual, Theo.
"Buenos días Paul. Tu agenda de hoy incluye una reunión a las 10:00 para discutir la expansión del sistema de salud predictiva a las zonas rurales. También te recuerdo que debes enviar el informe trimestral de resultados antes de las 18:00".
- Gracias Theo. Por favor avísame 30 minutos antes de la reunión.
"Por supuesto Paul. Que tengas un día productivo".
Paul se recostó en su silla, contemplando con satisfacción el panorama a través de la ventana. La salud predictiva estaba transformando el mundo. Y él estaba orgulloso de ser parte de eso. Se sumergió en su trabajo, revisando los últimos reportes de los programas piloto de salud predictiva. Los resultados eran muy alentadores, con una reducción del 80% en enfermedades previsibles desde la implementación del sistema.
Recomendaciones personalizadas sobre dieta y ejercicio, detección temprana de posibles problemas, todo ello estaba teniendo un impacto muy positivo en los indicadores de salud pública. Incluso la esperanza de vida había aumentado 2 años en promedio. Sonrió pensando en el brillante futuro que se estaba construyendo. La inteligencia artificial y los dispositivos conectados transformarían la medicina, haciéndola centrada en el paciente y verdaderamente preventiva. Ya no habría necesidad de esperar a que surgieran los síntomas para recibir tratamiento.
Su asistente Theo lo alertó que la reunión estaba por comenzar. Paul se dirigió a la sala de conferencias, saludando a sus colegas mientras se acomodaba en su asiento. La ministra de salud inició la reunión:
"Gracias a todos por asistir. Hoy discutiremos los próximos pasos para expandir el programa de salud predictiva. Debemos asegurarnos que todos los ciudadanos, incluso en áreas remotas, puedan beneficiarse de este sistema que salva vidas."
Paul sonrió, sintiéndose afortunado de ser pionero de una revolución en medicina que transformaría el mundo. Escuchó atentamente mientras sus colegas discutían los desafíos para implementar la salud predictiva en las zonas rurales. La conectividad limitada, la falta de infraestructura médica y la resistencia al cambio de algunas comunidades locales eran obstáculos a considerar.
Luego llegó su turno de exponer sobre el programa piloto en la región agrícola de New Ohio. La implementación no había estado exenta de dificultades. Muchos granjeros mayores desconfiaban de la "medicina de robots". Pero los resultados positivos rápidamente disiparon las dudas.
Un caso de éxito fue el del granjero John, de 70 años. Las IA detectaron una arritmia cardíaca potencialmente mortal. John fue tratado a tiempo, antes de sufrir un infarto. "Le debo mi vida a esos algoritmos", decía con gratitud cada vez que Paul lo visitaba.
Otro reto había sido adaptar las recomendaciones a la dura vida de los granjeros. No podían decirles que hicieran yoga y comieran quinoa. Las dietas y ejercicios debían ajustarse a su realidad. Pero poco a poco fueron ganando adeptos.
Al terminar la presentación, sus colegas aplaudieron. El programa estaba transformando vidas. Paul se sentía orgulloso del progreso, pero también impaciente. Quedaba mucho por hacer para llevar la salud predictiva a todos los rincones del mundo. Pero con perseverancia, algún día lo lograrían. Salió de la reunión con una sensación de optimismo y logro. El programa de salud predictiva estaba marcando una verdadera diferencia en las zonas rurales, salvando vidas y mejorando el bienestar de las comunidades.
Decidió volver caminando a su casa para disfrutar de la hermosa tarde. Mientras atravesaba el parque, observaba a la gente disfrutando de actividades al aire libre. Niños jugando, personas haciendo ejercicio, parejas paseando de la mano. La salud predictiva había hecho de este un mundo más sano y feliz. Ya no estaban plagados por enfermedades imprevisibles. La medicina proactiva y personalizada estaba cambiando el paradigma.
Paul sonrió pensando en el brillante futuro que estaban construyendo. Un futuro donde la tecnología y la innovación transformarían la vida de todos para mejor.
Tan inmerso iba en sus pensamientos que no vio venir al joven en patinete eléctrico que a toda velocidad se cruzó en su camino. El fuerte impacto tiró a Paul al suelo, quién quedó inmóvil en medio de un charco de sangre.
La salud predictiva podía anticipar necesidades y prevenir enfermedades, pero aún no estaba preparada para evitar accidentes causados por imprudencias humanas. La vida de Paul se extinguió allí mismo, truncando sus sueños de un mundo más sano. Aún quedaba mucho trabajo por hacer con l@s descerebrad@s del patinete.
"El templo del amor, no es el amor en sí. El verdadero amor es el tesoro, no las paredes a su alrededor" (Jalal al-Din Muhammad Rumi, nacido el último día de septiembre de 1207 nos vino a explicar que lo importante para amar a una persona es el interior... pero si viene acompañado de un buen exterior, ayuda)
Y que cumplas muchos más de los 88 de hoy recordando siempre cuál fue la última vez que te encontraste así. Demà comença octubre, l'antepenúltim mes de l'any. Diuen que serà calorós, de fet, avui a Barcelona ha estat un dia bastant insuportable. Dura molt la calor, com també dura molt l'incessant martellejo dels mitjans de comunicació d'un destí que ja està escrit.