domingo, 10 de abril de 2022

 ¡QUÉ CRUZ!

Ahora que se ha abierto el plazo para realizar la declaración del impuesto sobre la renta de las personas físicas y visto el papel tan generoso protagonizado por la iglesia católica durante la pandemia y, más recientemente, con el acogimiento de refugiad@s provenientes de Ucrania, sigo reiterando lo anacrónico de que en el documento de la referida declaración siga apareciendo la cruz para que determinado porcentaje vaya a la rica tesorería de la institución eclesiástica. Es inaudito que en un estado constitucionalmente declarado aconfesional siga apareciendo esa opción para favorecer a la iglesia. Por eso propongo que se modifique el sentido de la opción y se pregunte al contribuyente si quiere que la iglesia devuelva todo el patrimonio inmobiliario que no le pertenece y que se atribuyó por toda la cara.

Además, hoy de regalo, les dejo una frase que les va al pelo. Es de Hugo Grocio, un teólogo holandés y padre del derecho internacional nacido el 10 de abril de 1583: “He pasado laboriosamente mi vida haciendo nada”.

El 10 de abril de 1962 se marchó para no volver, un muchacho que no llegó a cumplir los 22 años y que junto a John Lennon dio vida a la banda de música más influyente de todos los tiempos, señoras y señores, The Beatles. Ahí tenéis un apunte de cómo cantaba el joven.




 

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