Fuente: https://citas.in/autores/john-dos-passos/
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Era un día gris y lluvioso cuando ella se sentó en la orilla del mar. Miraba las olas golpeando a playa sintiendo una desconocida tristeza en su corazón. Lloraba porque no podía amar, lloraba porque no le interesaba nada; lloraba porque no creía en nada y sentía que vivía para nada. Sabía que era su libertad lo que le permitía sentir esa tristeza. Era libre como las barcas perdidas en el mar, navegando sin rumbo fijo, siempre en movimiento. Allí, en aquella orilla del mar, encontró su propio camino al saber que, aunque fuera sola, era libre.
"Lloramos porque no podemos amar, porque no nos interesa nada, no creemos en nada, vivimos para nada, porque somos libres; libres como las barcas perdidas en el mar“ (John Dos Passos, estadounidense de pura cepa desde que nació el 14 de enero de 1896 aunque su nombre parezca brasileño o portugués. Dijeron que los de su generación estuvieron perdidos siempre. Él dio con seguridad más de dos pasos y todos en la dirección adecuada.
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