LA DESESPERANZA ACABA CON LA DESESPERANZA
Lloraba tanto, con tanta intensidad y durante tanto tiempo que se sumió en un mar de lágrimas. Su desesperanza no cesaba y así el mar se convirtió en un océano. El océanos no fue suficiente para calmar el desaliento; y las lágrimas lo cubrieron todo, hasta que no hubo desesperanza, hasta que murió la vida.
"Los suspiros son aire y van al aire. Las lágrimas son agua y van al mar. Dime mujer, cuando el amor se olvida ¿sabes tu a dónde va?" (Que levanten la mano quienes no sepan que la frase es de Gustavo Adolfo Bécquer poeta más utilizado para nuestras cosillas del amor casi desde su nacimiento el 17 de febrero de 1836. Lo sabía: no hay ninguna mano levantada)
Y que cumplas muchos más de los 32 de hoy y que te vaya perfecto...o cercano a ello. I avui tot és amor... i desamor. *Petonets.
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