Justo en el momento que le dio a “enviar” al correo electrónico se arrepintió de ello. Trató de de cancelar el envío. No pudo. El mensaje siguió su curso hasta la bandeja de entrada de ella y seguro que no tardaría en leerlo. Quería decir lo que iba escrito pero dudaba que pudiese cumplir con su despedida.
Impulsos que no puedes controlar y que luego te arrepientes. ¿Quién no ha enviado un correo así?
ResponderEliminarYo no me arrepiento de enviarte este.
Besos
Y espero, María José , que ningún otro correo... Además todos los correos que se remiten por aquí van con franqueo gratuíto, así que tenemos que aprovecharnos de ello... :)
ResponderEliminarBesos
Y esas veces que te arrepientes de haber enviado un correo (o más) y no recibes respuesta, quedándote con esa sensación de haber transmitido al remitente las mismas emociones que le puede transmitir la emisión de un anuncio publicitario...
ResponderEliminarA.