Mi animadversión por los jueves la he proclamado abierta y suficientemente, pero existen jueves -día en medio de ninguna parte de la semana- que son peores que otros: son aquellos que intentan ser lo que no son y éste, 3 de noviembre (que tampoco es mi mes favorito) es uno de ellos. Es un jueves disfrazado de martes en un noviembre templado como el mes de mayo. No llueve abiertamente, lo que me ha hecho ir paseándome con el paraguas sin tener que abrirlo, hecho que incrementa las posibilidades de pérdida del artilugio. Nada en él es lo que parece: me regalan sonrísas frías como la escarcha, veo derramar lágrimas -para cobrar ventajas- secas como un páramo y me siguen contando mentiras como verdades. Hoy no puede haber peor conjunción de sucesos planetarios para que siga aborreciendo el jueves y este escrito es un acto de reivindicación a esa repulsa que siento por ellos. Sobre todo cuando intentan parecer lo que no son: los jueves, los demás y hasta yo mismo.
Manda al carajo todo. Nada es lo que parece, y eso, sí que es verdad. Por algo se empieza.
ResponderEliminarY no ahogues la esperanza regándola sólo de palabras... Me ha encantado.
ResponderEliminarHe de decirte que a mí se me secan, jeje. (punto final, no suspensivos... uys... se ha colado)
Pues fijate que para mi quién más delito tiene es el miércoles que disfrazado de mitad de semana, ejercicio de lunes. Y es que odio los lunes, los jueves son víspera de viernes, que es cuidado víspera de sábado, lo que los hace más soportable. A parte, yo conocí a un gran amigo siendo jueves.
ResponderEliminarY pensando en tu reflexión de que el jueves está en medio de ninguna parte de la semana ¿que pasa con el martes?.¿Para qué sirven estos dos días?, esta claro, para que sea más larga la semana. Marte y Jupiter que asco de planetas, de no haber existido, acabariamos en tres dias la semana:)
ResponderEliminarSi supiera dónde está el carajo Mtu a lo mejor me iba yo allí.
ResponderEliminarA mi se me ahogaron hace tiempo aunque afortunadamente apareciste tu para compensar... :)
No dudo que algún jueves no haya ocurrido algo bueno CHARO Es posible que últimamente los míos hayan mejorado, pero esa perspectiva la sabré más adelante. Hoy por hoy los dejo a un futuro (inmediato, presente ya :))
ResponderEliminarLos planetas no debieran desaparecer. Me gusta que estén ahí y que formen parte del orden o desorden establecido. Además están llenos de colores y estoy seguro que de sabores... No como los martes y los jueves que, y en eso estoy de acuerdo contigo, nos alargan las agonías laborales.
Me uno a esa agonía laboral de los martes y los jueves....ahhh y los lunes y los miercoles.
ResponderEliminarPero un jueves nunca se podrá igual a un martes, de la misma manera que uno no debe intentar ser lo que no es.
Beso de fin de semana
¡Qué suertudo! Nadie te ha mandado al carajo (o es que no has querido ir, ¿eh?) Es un sitio poco recomendable, pero puedes encontrar buena compañia, con suerte :))
ResponderEliminarA mí no me gustaban los martes; hasta que entendí que el día de la semana no marca mi buena o mala racha. La mayoria de las veces puedo decidir de qué color veo la vida que me rodea: domingo, sábado-sabadete (siempre tan majete) o lunes. Yo decido.
Sè feliz.
Me gusta que te unas Pentagrama pero todos los días de la semana, por aquello que la unión hace la fuerza ... o el lío ... o el caos.
ResponderEliminarBeso para ti, de calendario
No he ido al carajo no porque no me hayan enviado, sino porque me oriento mal donde no quiero ir. Pero eso que me hayas dicho que es un lugar poco recomendable acrecienta mi interés por ir allí. Veré dónde encuentro el mapa. Y para "suertuda" tu que puedes ver los colores a tu antojo... uuuhhmmm pensaba cómo se llamaría esa capacidad para hacerlo ¿croma...algo? No sé...
ResponderEliminarSi me pisas el juanete
ResponderEliminarte indico el camino en un periquete...
jejejeje
"Cromagusta" ¿te gusta? ^_^
Pues la dirección del carajo no la sé, pero al carallo, tengo una ligera idea. Que suerte tienes Mtu de ver los días del color que quieres yo lo intento cada mañana, pero siempre tropiezo con alguien que me mezcla los colores.
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