domingo, 10 de febrero de 2013

Al cruzar el portal...




Se estaba preguntando cómo había llegado hasta allí. No encontraba respuesta al porqué deambulaba con el coche tratando de encontrar un buen ángulo de visión de la entrada de aquella portería situada en una calle semipeatonal. Tal vez la pasión que le desbordaba el alma era la causa. O tal vez la de ella, una pasión desconocida para él que unas horas antes había visto reflejada en sus ojos y expresada en su cuerpo lleno de caricias de “te quiero”.  

Ahí estaba,  queriendo ver sin ser visto, intentando que su coche pasase desapercibido. Amparado en la oscuridad y en su propio yo irreconocible,  esperaba que ella apareciese con  el argumento que aliviase su miedo. Miedo a que la pasión le arrastrase a los misterios de un futuro desconocido e incierto. Un futuro que dependía de la verdad de ella.

La cobardía deseaba verla aparecer por aquél portal a lomos de la moto de Jaime y entrar en su domicilio. Ella le negaría cualquier relación que no fuese amistad, como si eso fuera posible en la intimidad de una habitación entre hombre y mujer. Esa sería la excusa para dejar aquella locura nada recomendable para un hombre maduro y aparentemente estable. Pero su interior se aferraba a la realidad de una ilusión y le empujaba a vivirla.  

Pasó una hora y otra y otra y no aparecía. El ulular del sonido de las ambulancias le sirvió para decidir que ya estaba bien la espera. Puso rumbo a su casa donde le esperaba el equilibrio. En su cara se dibujaba una sonrisa. Sabía que ella no había cruzado el portal con Jaime. No lo haría nunca, aunque de eso se enteró a la mañana siguiente cuando abrió la sección de sucesos del periódico y leyó la noticia del fallecimiento de una pareja al ser embestida por un camión la moto en que viajaban.

5 comentarios:

  1. Ibas muy bien pero ese final fatídico y trágico?! Me has matado la ilusión y roto la sonrisa! Crudo como la vida misma pero para mí este espacio pretende ser una desconexión de ésta! Aunque si interpreto su final como un símil de la propia realidad,..., espero que sea simplemente un adiós radical a algo sin futuro y sin más. Una "hostia" amorosa más de la vida. Fotins vive, ama y sé felíz en una constante renovación! ;)

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  2. Lamento comunicarte que lo que aquí se escribe trata de ser una versión (a veces dulcificada) de la realidad. Así que Reina de Corazones échale la culpa de tu falta de ilusión y ruptura de sonrisa a otr@ ... Por mi parte seguiré (o lo intentaré) tus consejos...

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  3. No pretendía culparte de nada. Simplemente he iniciado la historia con una expectativa y me ha sorprendido el final... Un final trágico y triste! En ese momento, he sentido eso.... Quizás míralo desde el punto de vista de cómo con cuatro palabras me has provocado un sentimiento o estado de ánimo... Cómo has provocado una reacción con tu relato.... Pienso que eso es lo que importa como escritor... Nada que ver con mi realidad! Vivo con ilusión e intento mantener siempre una sonrisa... Sigue escribiendo!

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  4. A mí no es el final lo que me sorprende, diría incluso que es ya una característica del autor. Lo que verdaderamente me sorprende es la relación del protagonista. Esa desconfianza, esa inestabilidad emocional, e incluso me atrevería a llamarlo " amor enfermizo" . Mal tiene que acabar ya sea de un modo u otro.

    Un petó.

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  5. No lo llamaría "amor enfermizo" Abril Si hay que calificar de algo la relación del protagonista con "Ella" lo llamaría "Imposible" ya no sé si "Amor" u otro tipo de sentimiento pero imposible, sea lo que sea, seguro que es.

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