Hay dos
clases de matrimonios. Uno es el de la pareja cómoda y estable, en la que dos
personas comparten esperanzas y miedos, educan a los hijos como un equipo y se
ofrecen consuelo y ayuda. Te aíslas en él con el convencimiento que es todo lo
que necesitas.
La otra es
la de la pasión salvaje, la locura, la alegría y el sexo, quizá con alguien
completamente inadecuado, quizá con alguien a quién no admiras y que ni
siquiera te gusta. Si tienes la oportunidad de experimentar ese amor loco y
desenfrenado, te aferras a él con fuerza sin importarte las consecuencias.
Lo malo es que esos matrimonios
casi nunca coinciden en la misma persona, aunque nuestras propias carencias
cuando nos encontramos en uno u otro nos hacen creer que sí.
Yo no me atrevería a llamar al segundo, "matrimonio", porque si ademas coincide con la descripción que tu das, de alguien inadecuado, alguien a quien no admiras, alguien que ni si quiera te gusta, por mucho que te aferres, mas bien le llamaría "parodia del amor"
ResponderEliminarY mira que nos gustan las imitaciones, a veces más que el original :D
ResponderEliminarI jo pregunto: quin és l'estat ideal del matrimoni ? Per a mi, ni el primer ni el segon. Matrimoni és convencionalisme i una falsa seguretat de que tens algú al costat per "sempre".
ResponderEliminarPer sort es va perdent la importància de la imatge social, i mentre no sigui així, alguns o molts queden atrapats en el matrimoni amb una infelicitat perpètua.
Tere
De acuerdo Tere todo lo que tu quieras pero algún tipo de unión debemos tener hombres y mujeres para que vengan otros que se lo pasen tan bien como nos lo pasamos nosotros...O tan mal, que no vamos a ser los únicos fastidiados por la vida.
ResponderEliminarP.S. Benvinguda a aquestes pàgines.
Se te olvida el tercer Matrimonio y sin duda el más sabroso: ese que nace de la unión de una anchoa y un boquerón en vinagre.
ResponderEliminarAcompañas la tapa con una cañita y ya tienes, como todo buen matrimonio que se precie, el tercero en discordia.
A.
Todo el mundo sabe que la unión entre un boquerón en vinagre y una anchoa (de la escala) se le llama "maridaje" no matrimonio.Y ese "maridaje" o unión se celebra en el templo del estómago para acabar como acaban todas esas cosas... (si no lo sabes, y no es por trivializar, levanta la taza del vater :))
ResponderEliminarNo es por discrepar, pero como todo el mundo sabe(sic) el "matrimonio" es una típica tapa murciana (parece mentira que lo desconozcas :P) y el maridaje es el arte de armonizar platos y vinos.
ResponderEliminarEn lo que sí coincido es que estas cosas acaban en el vater: ya sea como resultado final y natural del proceso digestivo o porque se nos haya ocurrido introducir los dedos en la garganta, hurgar en el glotis y terminar vomitando...
A.
Por eso no ha triunfado el término "maridaje", porque hay poca armonía en nuestras vidas. Además fonéticamente se aproxima mucho a "alunizaje" (en su acepción espacial) "aterrizaje" y "follaje" (en el término verde de la palabra)
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