EL
VIRUS DE LA GILIPOLLEZ
María trabaja en un restaurante en el centro de la ciudad de Barcelona. Le queda a una hora y media de su casa entre autobús y metro. No importa, no están los tiempos como para despreciar un trabajo y menos en plena pandemia. Hace jornada partida y tiene una hora para comer por lo que no tiene tiempo de ir hasta su casa para hacerlo. Podría almorzar en el restaurante donde trabaja pero no le dejan porque María es antivacunas y no tiene el pasaporte COVID-19. Así que se lleva cada día el “tuper” desde casa y come en el banco de una plaza cercana.
Quién ya no necesita trabajar (aunque algun@s le obligaremos) es Bruce Springsteen que acaba de cobrar 500 millones de dólares por la venta de sus derechos discográficos a Sony. Una burrada diréis. Es posible, pero a ver quién es capaz de hacer eso que veis.
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