ENVIDIA
La envidia es el mal universal por excelencia. El entristecerse por lo bien que les van las cosas al prójimo está considerado un pecado capital en el mundo católico. Para disfrazarla mucho hablan de sentir envidia “sana”, como si la tristeza fuese beneficiosa para la salud. La envidia no tiene adjetivos. O es o no es. En Lliçà d’Amunt los mossos d’esquadra desmantelaron la noche de fin de año una orgía por sobrepasar el aforo máximo permitido en una reunión que actualmente es de 10 personas (había unas 70 personas) y no respetar, obviamente, la distancia de seguridad. Los interrumpieron en plena coyunda que debe ser más perjudicial que la posibilidad de pillar el coronavirus, con el riesgo añadido del susto que te llevas al ver aparecer por allí unas personas armadas y con cara de pocos amigos por no ser ellos l@s participantes. Seguro que l@s agentes sintieron envidia, así como l@s denunciantes que no fueron invitados. Y yo, que tampoco lo fui.
El primero, en este caso la primera, es la que pasa a la historia. Al menos de la wiquipedia. Aretha Franklin lo hizo por ser la primera mujer que entró en el Salón de la Fama del Rock tal día como hoy de hace 36 años. Felicidades!!
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