Y EL OSCAR A LOS EFECTOS ESPECIALES DE LA BOFETADA ES PARA…

En todo el mundo ya no se habla de otra cosa: el bofetón, la guantada, el ostiazo vamos, que Will Smith le ha sacudido a Chris Rock en la ceremonia de entrega de los premios Oscar. El asunto es que el tal Rock, de profesión cómico, ridiculizó  a la acompañante, cónyuge o pareja del tal Smith por lucir una calva como la de Yul Brynner que en su gloria esté. Lo hizo ante el auditorio congregado para ver el espectáculo, el de los oscars. La cuestión es que al escuchar la mofa el protagonista de “soy leyenda” se dirigió con paso firme hacia el atril donde estaba el Arévalo de turno y le propinó un sopapo que está siendo la comidilla de todos los foros mundiales. La verdad es que nadie puede responder a la chirigota de un descerebrado con un acto de violencia. La violencia NUNCA (y lo pongo con mayúsculas) se justifica como no sea para conservar la propia integridad física. Claro que nos han entrado ganas más de una vez de partirle la cara a algún/a imbécil o a alguien que intenta atropellarnos en la acera con un patinete o bicicleta. Pero de ahí a agredir existe un trecho que nos separa de los animales. Fue un espectáculo tan bochornoso y de un tinte machista (el caballero defendiendo a la dama ultrajada verbalmente) que a mi me da que ha habido tongo. Por algo tod@s ell@s son actores… y negros porque si el agresor, agredido o presunta deshonrada llega a ser blanc@ se arma la de dios es cristo.

Quién si que nos ha llenado de razones, millones, es Lady Gaga que justo hoy cumple 36 años. ¡Menudo carrerón lleva! Bona nit a tots i totes.