CUENTOS PARA NO TAN NIÑOS

Hoy les leía a mis nietas el cuento del “Patito Feo”. Me las he visto y me las he deseado para cambiarles el guión de la historia ¿Cómo les voy a explicar que el llamado patito feo, nada más nacer, es repudiado por sus padres por lo feo que lo encuentran? Y no solo eso, sino que esos padres ponen a todo el entorno social-campestre en contra de él por el hecho de no ser como ell@s. Una historia tan racista no se la podía relatar así y contando con la ventaja de que aún no saben leer, les he narrado otra historia para no causarles un trauma. Les he dicho que los padres patos eran adoptivos y que durante todo el cuento, se dedican a cuidarlo con mucho mimo y esmero ayudándole a buscar a su verdadera familia. El final feliz es conocido universalmente: se encuentra a su verdadera madre y conoce que su identidad no es la un pato, sino la de ser un cisne que ocupa una categoría superior en la escala social del estanque. Mañana voy a ver qué les cuento. Mejor les explico una novela de Gabriel García Márquez que les será más aprovechable.

Y hablando de “Gabo”, hoy hace 8 años que dejó de escribir  dejándonos clara su idea de la felicidad: “La felicidad no es como dicen, que solo dura un instante y no se sabe que se tuvo sino cuando se acabó. La verdad es que dura mientras dure el amor. Porque con amor, hasta morirse es bueno”.

… y que cumplas muchos más Michael Sembello de los 68 que hoy haces.