HARÁ EL INTERÉS LO QUE LA VIRTUD NO ALCANZA
Inés Moreno es una
política de izquierdas; guapa y con cierta habilidad para la oratoria tenía
cierto éxito entre un público con menos tono de voz que ella. Por ese motivo,
logró ascender en el escalafón del partido hasta convertirse en alguien próxima
a la dirección. Ésta estaba representada
por Pedro Catedrales un hombre con la imagen apropiada para liderar un partido
de izquierdas: camisa arremangada, pelo largo recogido en una cola y verbo fácil. Cuando hablaba arrugaba el
entrecejo no se sabe si porque estaba enfadado con quién le escuchaba o para
reafirmar más su verdad. Inés se dio cuenta que su carrera política se había
estancado y el tiempo pasaba. Es sabido que cuando se está en un partido de
izquierdas se tiene que ascender joven porque pasada cierta edad la persona se volvía conservadora
es decir, de derechas. Así que el tiempo apremiaba y decidió acercarse más a Pedro,
tanto que se convirtió en su compañera y madre de sus hij@s. Esa apuesta le salió
bien ya que su consorte consiguió ser vicepresidente del gobierno de Pablo
Sánches e influir en él. Ya en el cargo, Pedro Catedrales ascendió a Inés
Moreno a ministra y no le dio un ministerio cualquiera, no, el más de izquierdas:
el de Igualdad de tod@s. Eran tiempos felices hasta que todo se le torció a
Inés. Su compañero de tálamo, chalet y hemiciclo decidió –o lo empujaron a
ello- salir de la vicepresidencia y cortarse la coleta no se sabe si porque se
hacía mayor y de derechas o porque de tertuliano en las televisiones quedaba
mejor. Lo cierto es que con Pedro fuera del gobierno todas las limitaciones
políticas de Inés quedaron al descubierto. Con Pedro era diferente: la personalidad
de éste tapaba cualquier incompetencia de Inés. Ésta intentaba disimular su
torpeza con voluntad, con la oratoria encendida adquirida de su compañero y culpando a todo el mundo de los problemas que ella había creado.
Nadie la escuchaba ya. Se estaba quedando sola y, lo que es peor, sin el favor de Pablo Sanches que tenía a Yomanda Díez como nueva musa "chachipiruli" del "gobiernomasprogresistadelahistoriadeespanya". A Inés Moreno ya solo le quedaba algo de lo que no se iba a separar jamás por mucho que la denostasen: la poltrona y el sueldo.
Y hoy me ha prestado el título de este escrito Leandro Fernández de Moratín que menos mal que nació el 10 de marzo de 1760 porque sino tendría que haber buscado otro... con lo que me va costando.
Y que cumplas muchos más de los 36 de hoy ... y si puede ser cerca de mi, mejor. Vinga, aproximar-vos, que no mossego. Rosego.
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