viernes, 14 de abril de 2023

                  EL ACUERDO DE OSCURIDAD


Pedro Maño era el presidente de una Comunidad Autónoma del noreste de Espanya con una larga historia y una fuerte identidad cultural. O al menos eso decía él, porque en realidad lo que le interesaba era el poder a toda costa. Desde hacía unos años, lideraba un partido nacionalista que defendía el derecho a decidir el futuro político de la Comunidad, incluyendo la opción de la independencia. Sin embargo, su propuesta aunque contaba con el apoyo mayoritario de sus conciudadanos no sucedía lo mismo con el resto de España, que veían en ella una locura y una traición. 

En el año 2023, Pedro Maño decidió plantear a los ciudadanos de su Comunidad un pacto de claridad al estilo del Quebec. Se trataba de un entretenimiento para los ciudadanos y para fijar las condiciones de un posible referéndum sobre la secesión, siguiendo el modelo que Canadá había establecido en respuesta a las demandas independentistas de su provincia francófona. Pedro sabía que su iniciativa era ilegal e inviable, pero también creía que era la única forma de salvar su carrera política y continuar medrando en ella. 

El pacto de claridad ya había sido planteado anteriormente por Pedro en el Parlamento de la Comunidad, pero había sido rechazado por todos los grupos excepto el suyo. Los partidos constitucionalistas consideraban que era un atentado contra la democracia y la legalidad. Los partidos de izquierda criticaban que era una distracción para ocultar la incapacidad de su gobierno y el recorte de derechos sociales. Y los otros partidos independentistas lo veían como una estafa y una rendición ante el Estado. 

Pero Pedro Maño no se dio por vencido y aprovechó que se acercaban las elecciones municipales y autonómicas para lanzar su propuesta a la ciudadanía. Su campaña se centró en defender el pacto de claridad como una vía democrática, pacífica y legal para resolver el conflicto político entre su Comunidad y Espanya. Según él, el pacto permitiría establecer unas reglas claras para que un futuro referéndum fuera aceptado por todas las partes y tuviera efectos vinculantes. Además, aseguraba que el pacto garantizaría el respeto a los derechos fundamentales y las prerrogativas de la Comunidad, tal como había hecho Quebec con su propia ley. 

Sin embargo, su propuesta no tuvo el efecto esperado. Por un lado, provocó el rechazo frontal del gobierno central, que anunció que aplicaría la ley con toda su fuerza para impedir cualquier intento de celebrar un referéndum ilegal y para proteger la unidad y la convivencia. Por otro lado, generó la burla o el enfado de la mayoría de los ciudadanos, que no veían en el pacto de claridad una solución realista ni deseable para sus problemas. Muchos pensaban que Pedro solo buscaba votos para desbancar a sus rivales políticos. 

Así pues, el pacto de claridad se convirtió en un fracaso político para Pedro Maño y su partido. En las elecciones autonómicas, perdieron el gobierno que habían obtenido cuatro años antes y se vieron obligados a pasar a la oposición. El pacto de claridad quedó olvidado y nunca llegó a materializarse. Pedro se dio cuenta entonces de que había subestimado la inteligencia y la voluntad de sus conciudadanos y que había sobreestimado su capacidad de manipulación.

"Cuatro cosas no pueden ser escondidas durante largo tiempo: la ciencia, la estupidez, la riqueza y la pobreza" (Averroes, 14 de abril de 1126. Yo hubiese añadido una quinta: la mentira. Pero claro, era filósofo, no político) 

Ya hace 8 años que no cumple ni uno más en este lado del mundo. Nos dejó una afirmación para que la escuchasen todas las generaciones: "Cuando un hombre ama a una mujer". Particularmente me hubiese gustado plantear la afirmación al revés. Que tingueu bon cap de setmana i sigueu clars en tot allò que és important per vosaltres.




 

 

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