EL 23-F REVISADO
Era un lunes de septiembre de 2023. El otoño se acercaba y las hojas empezaban a caer de los árboles. El cielo estaba nublado y el aire fresco. En la plaza de Sant Jaume, frente al Ayuntamiento de Barcelona, se congregaba un grupo de periodistas y curiosos. Esperaban la comparecencia del exalcalde y líder de TriasxBCN en el consistorio, Xavier Trias.
Trias era un hombre de aspecto serio y elegante, con el pelo canoso y las gafas redondas. Tenía 78 años y una larga trayectoria política. Había sido conseller de Sanidad y de Presidencia en los gobiernos de Jordi Pujol, diputado en el Parlament y en el Congreso, y alcalde de Barcelona. Se le consideraba un hombre moderado y dialogante, defensor del catalanismo y del pacto fiscal.
Pero ese día, Trias iba a sorprender a todos con unas declaraciones que iban a causar un gran revuelo. Unas declaraciones que iban a sacar a la luz una vieja teoría conspirativa sobre uno de los episodios más oscuros de la historia reciente de Espanya: el golpe de Estado del 23 de febrero de 1981.
A las 10:30 horas, Trias salió al balcón del Ayuntamiento, acompañado por sus compañeros de grupo. Se colocó frente al micrófono y saludó a los presentes. Comenzó su intervención hablando sobre la situación política actual, tanto en Catalunya como en Espanya. Criticó al Gobierno central por su falta de diálogo y de reconocimiento hacia el pueblo catalán. Reclamó una solución democrática al conflicto político, basada en el derecho a decidir. Y expresó su disposición a colaborar con el alcalde Collboni para mejorar la vida de los barceloneses.
Pero lo que más llamó la atención fue lo que dijo a continuación. Sin venir a cuento, se refirió al intento de golpe de Estado del 23F, que tuvo lugar cuando él era diputado en el Congreso por CiU. Recordó cómo vivió aquellos momentos dramáticos, cuando un grupo de guardias civiles irrumpió en el hemiciclo al mando del teniente coronel Antonio Tejero, disparando al aire y secuestrando a los parlamentarios y al Gobierno.
Y entonces soltó la bomba: “Yo creo que los socialistas estaban detrás del golpe de Estado del 23F”. Los periodistas se quedaron boquiabiertos y empezaron a hacer preguntas. ¿Qué quería decir con eso? ¿Qué pruebas tenía? ¿A qué socialistas se refería?
Trias no se amilanó y siguió con su discurso. Explicó que tenía la convicción de que el PSOE había participado en la trama golpista para frenar el desarrollo autonómico que impulsaba la UCD de Adolfo Suárez. Dijo que no se creía que Tejero fuera el único responsable del golpe, sino que había otros actores más poderosos detrás. Y apuntó al general Alfonso Armada, que se presentó en el Congreso como mediador entre los golpistas y el rey Juan Carlos I, pero que en realidad pretendía formar un Gobierno de concentración nacional con el apoyo del PSOE.
Trias afirmó que tenía indicios de que Armada había mantenido contactos con dirigentes socialistas antes y después del golpe. Y que el PSOE tenía interés en acabar con Suárez y con la UCD, a los que consideraba responsables del deterioro económico, social y territorial del país. Como prueba de ello, citó la aprobación de la LOAPA, la Ley Orgánica de Armonización del Proceso Autonómico, que el PSOE pactó con la UCD en 1982 y que supuso un recorte de las competencias de las comunidades autónomas.
Trias no pudo precisar si el entonces líder del PSOE y posterior presidente del Gobierno, Felipe González, estaba al tanto de la conspiración. Pero dijo que le daba pena ver cómo González y otros dirigentes socialistas habían renegado de su pasado y se habían convertido en enemigos de Catalunya. Y añadió que el problema de fondo era que el Estado espanyol no reconocía a Catalunya como nación, y que eso era lo que había que cambiar.
Trias terminó su intervención diciendo que sabía que sus palabras iban a generar polémica y que le iban a acusar de estar gagá, de estar mayor, de decir cosas sin sentido. Pero aseguró que era evidente que el PSOE había estado detrás del 23F y que él tenía el deber de decirlo. Y se despidió con un “Visca Catalunya lliure”.
El revuelo fue mayúsculo. Las reacciones no se hicieron esperar. El alcalde Collboni calificó las declaraciones de Trias de “delirantes” y “ofensivas”. El PSOE emitió un comunicado en el que rechazaba “rotundamente” las acusaciones de Trias y le exigía una rectificación y una disculpa. Los partidos constitucionalistas condenaron las palabras de Trias y le acusaron de faltar al respeto a las víctimas del golpe y a la democracia. Los partidos independentistas apoyaron a Trias y le felicitaron por su valentía y su honestidad. Y los medios de comunicación se hicieron eco del escándalo y lo convirtieron en el tema del día.
"La sonrisa es el idioma universal de los inteligentes" (De veras que desde que leí esta frase de Tomás de Iriarte, no he parado de sonreír. Por cierto, nació el 18 de septiembre de 1750 y era un hombre fabuloso es decir, un escritor de fábulas)
Y que cumplas muchos más de los 59 de hoy y una cosa, tu canción me ha quitado literalmente las palabras de la boca... pero como no ha habido manera de colocar el vídeo (ni haciendo trampas) pongo otro con una canción más "tradicional". Pròximament en els nostres blogs: Felipe González i els GAL
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