sábado, 9 de septiembre de 2023

 EL LAMENTO DE LA TIERRA


Las potencias de la Guerra Fría jugaron imprudentemente con fuego nuclear bajo nuestros pies. Ahora, décadas después, la Tierra cobra su venganza.

El calor abrasador ondula en el horizonte mientras Pedro camina por el páramo agrietado. Las nubes de polvo se arremolinan a su alrededor, ahogando el sol de mediodía en una mortaja gris. A lo lejos, los esqueletos carbonizados de los olivos se alzan como dedos acusadores.

Pedro entra en la cabaña, su garganta reseca por la sed. Marta, su esposa, está sentada en silencio, con la mirada perdida.

—No queda agua —dice ella con voz ronca—. Los pozos se han secado.

Pedro asiente con gravedad. Durante décadas, las potencias hicieron estallar más de mil bombas atómicas bajo tierra, desatando fuerzas que no comprendían. Ahora, el núcleo terrestre se ha desestabilizado. El clima se torna más extremo cada año. La escasez de agua estrangula a pueblos enteros.

De pronto, un estruendo sacude la cabaña. El suelo se agrieta y se sacude violentamente. Pedro abraza a Marta mientras caen escombros. Cuando la tierra se calma, salen temblorosos a la luz mortecina. El pueblo está en ruinas, con edificios derrumbados y calles cuarteadas.

Pedro ayuda a los heridos en silencio, con el corazón en un puño. Sabe que los temblores empeorarán, como las sequías y las tormentas. Somos peones en el tablero de ajedrez de la Tierra. Y ella ha comenzado a cobrarse nuestra arrogancia, pieza por pieza.

"Todos piensan en cambiar el mundo, pero nadie piensa en cambiarse a sí mismo" (León Tolstoi, 9 de setiembre de 1828 su literatura cambió el mundo sin quen él lo supiese)

 Y que cumplas muchos más de los 71 de hoy con o sin Lily, que también estuvo aquí. Avui han estat més de mil morts, demà mil més... fins quan?



 

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