EL MUERTO DE PUTIN ESTÁ MUY VIVO
El general de división Kyrylo Budanov estaba sentado en su despacho, revisando los últimos informes de inteligencia sobre la situación en el este de Ucrania. La guerra contra los separatistas prorrusos y las tropas regulares del Kremlin se había recrudecido en los últimos meses, y Budanov sabía que era cuestión de tiempo que se produjera una escalada mayor. Su teléfono sonó, interrumpiendo sus pensamientos. Era el presidente Zelenski, que le convocaba a una reunión urgente en el palacio presidencial.
Budanov se levantó, cogió su abrigo y su maletín, y salió de su oficina. En el pasillo, se encontró con su adjunto, el coronel Skibitsky, que le esperaba con una expresión grave.
- ¿Qué ocurre, coronel? - preguntó Budanov.
- Señor, tenemos una información muy importante que debemos comunicarle al presidente. Creemos que hemos descubierto la verdad sobre Putin.
- ¿La verdad sobre Putin? ¿De qué está hablando?
- Le explicaré todo en el coche, señor. Vamos, no hay tiempo que perder.
Budanov siguió a Skibitsky hasta el estacionamiento, donde les esperaba un vehículo blindado con dos escoltas armados. Subieron al coche y se dirigieron al palacio presidencial a toda velocidad. Durante el trayecto, Skibitsky le mostró a Budanov una carpeta con varias fotografías y documentos.
- Señor, estas son las pruebas que hemos recopilado durante los últimos meses. Hemos analizado minuciosamente todas las apariciones públicas de Putin desde el año pasado, y hemos encontrado numerosas inconsistencias y anomalías. Fíjese en estas imágenes, señor. Son de diferentes eventos oficiales en los que supuestamente participó Putin. Pero si observa con atención, verá que no se trata de la misma persona.
Budanov examinó las fotografías con incredulidad. En efecto, había sutiles diferencias entre los rostros de los supuestos Putin: la forma de la nariz, el tamaño de los ojos, la longitud del cuello, el color del cabello…
- ¿Está sugiriendo que Putin usa dobles? - preguntó Budanov.
- No solo eso, señor. Estamos convencidos de que Putin está muerto desde hace más de un año, y que el Kremlin ha estado utilizando dobles para mantener la ilusión de que sigue vivo y al mando.
- ¿Muerto? ¿Cómo es posible?
- Según nuestras fuentes, Putin sufrió un infarto fulminante en febrero del año pasado, durante una reunión con sus asesores más cercanos. El Kremlin logró ocultar su muerte al público, y desde entonces ha estado recurriendo a dobles entrenados para suplantarle. Hemos identificado al menos a tres individuos que han asumido el papel de Putin en distintas ocasiones. Todos ellos se sometieron a cirugía plástica para parecerse al difunto presidente, pero no pudieron replicar todos sus rasgos y gestos. Además, hemos detectado variaciones en su altura, su voz y su forma de hablar.
- Esto es increíble… ¿Y cuál es el objetivo de esta farsa?
- Creemos que se trata de una estrategia para evitar un vacío de poder y una crisis interna en Rusia. El Kremlin sabe que sin Putin, el régimen se desmoronaría. Por eso han creado esta ilusión de continuidad y estabilidad. Pero es una ilusión muy frágil, señor. Tarde o temprano, la verdad saldrá a la luz.
Budanov se quedó pensativo. Si lo que decía Skibitsky era cierto, se trataba de un descubrimiento histórico y trascendental. Una oportunidad única para cambiar el curso de la guerra y del destino de Ucrania.
- Coronel, esto es muy grave. Debemos informar al presidente inmediatamente. Y también debemos pensar cómo podemos usar esta información a nuestro favor.
- Estoy de acuerdo, señor. Tenemos una ventaja sobre el enemigo. Podemos desenmascarar su engaño y desestabilizar su régimen.
El coche llegó al palacio presidencial. Budanov y Skibitsky bajaron del vehículo y entraron al edificio. Se dirigieron al despacho del presidente Zelenski, donde les esperaba el jefe de Estado con una expresión de preocupación.
- General Budanov, coronel Skibitsky, gracias por venir tan rápido. Tengo algo muy importante que comunicarles. - dijo Zelenski.
- Nosotros también, señor presidente. - dijo Budanov.
- ¿De qué se trata?
- Señor presidente, tenemos pruebas de que Putin está muerto y que el Kremlin usa dobles para sustituirle.
Zelenski se quedó boquiabierto. No podía creer lo que acababa de oír.
- ¿Qué? ¿Están seguros de eso?
- Sí, señor. Tenemos evidencias irrefutables. Mire estas fotografías, señor. Son de diferentes Putin falsos.
Zelenski cogió la carpeta que le entregó Budanov y la abrió. Miró las imágenes con asombro y consternación.
- Esto es… increíble. ¿Cómo han descubierto esto?
- Hemos estado investigando durante meses, señor. Hemos analizado todos los detalles y hemos encontrado muchas contradicciones y anomalías. Putin lleva muerto más de un año, señor. Y el Kremlin lo ha ocultado al mundo.
Zelenski se pasó la mano por el cabello. No sabía cómo reaccionar ante semejante revelación.
- Esto es… una bomba, señores. Una bomba que puede cambiarlo todo. ¿Qué podemos hacer con esta información?
- Señor presidente, creemos que tenemos una oportunidad única para dar un golpe decisivo al enemigo. Podemos exponer su mentira y desatar el caos en Rusia. Podemos provocar una revuelta popular y una crisis política. Podemos debilitar su capacidad militar y diplomática. Podemos ganar la guerra, señor.
Zelenski miró a Budanov y a Skibitsky con una mezcla de admiración y temor. Sabía que lo que le proponían era muy arriesgado, pero también muy tentador.
- Señores, esto es muy serio. Necesito tiempo para pensar y consultar con mis asesores. Pero les agradezco su trabajo y su lealtad. Han hecho un gran servicio a Ucrania.
- Gracias, señor presidente. Estamos a su disposición para lo que necesite.
Zelenski cerró la carpeta y se la devolvió a Budanov.
- Por favor, guarden esto en secreto hasta nuevo aviso. Esto es un asunto de seguridad nacional.
- Por supuesto, señor presidente.
Budanov y Skibitsky se pusieron firmes y saludaron a Zelenski.
- ¡Por Ucrania!
- ¡Por Ucrania! - respondió Zelenski.
Los dos militares salieron del despacho, dejando al presidente solo con sus pensamientos. Zelenski se sentó en su sillón y se quedó mirando por la ventana, pensando en las implicaciones de lo que acababa de descubrir.
¿Sería cierto que Putin estaba muerto? ¿Sería posible desenmascarar su engaño? ¿Sería conveniente hacerlo? ¿Qué consecuencias tendría para Ucrania y para el mundo?
Zelenski sabía que tenía que tomar una decisión muy importante. Una decisión que podía cambiar la historia.
"Sé que me lo voy a pasar bomba después de morirme“ (El 7 de setiembre de 1946 nació Juan José Benítez. Por su frase ya sabemos que está viviendo con las cartas marcadas. Seguro que tiene más de un Caballo de Troya en la habitación de al lado y sabe lo que pasa)
Y que cumplas muchos más de los 80 de hoy y, cuando te vayas, nos digas "hasta luego". Por cierto: que levanten la mano los de mi generación que no hayan bailado sus canciones.Corre una llegenda urbana a Rússia que Putin està mort des de fa temps... com no sigui de riure igual que el J.J. Benitez.
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