"LA PALLA VA CARA"
En un rincón pintoresco de la bulliciosa ciudad de Madrid, donde los rayos dorados del sol acarician las calles adoquinadas, se desplegaba una escena curiosa y sorprendente. Un pequeño establecimiento, bajo el nombre de "El Jardín de los Deseos", había abierto sus puertas en una tranquila calle lateral. Su fachada de ladrillo rojizo, adornada con enredaderas de hojas verdes y flores multicolores, parecía ocultar un secreto intrigante.
Dentro de aquel recinto, los visitantes se encontraban con una maravilla tecnológica que había llegado a España: las muñecas sexuales hiperrealistas. Estas creaciones de silicona, diseñadas con meticulosidad y perfección, eran capaces de satisfacer los deseos más íntimos y convertir en realidad las fantasías más extravagantes de quienes estuvieran dispuestos a pagar el precio.
El dueño del establecimiento, un hombre de elegante porte y sonrisa enigmática llamado Sebastián, era un visionario que había detectado una creciente demanda en el mercado. Con su carisma y habilidad para los negocios, había logrado importar estas muñecas desde los rincones más exóticos del mundo, y ahora ofrecía a los clientes una experiencia sin precedentes.
En un rincón del local, bajo una iluminación tenue y sugerente, se encontraba una muñeca especialmente destacada: la "Premium". Esta joya de la ingeniería, con su piel suave y realista, sus ojos brillantes y su cabello sedoso, despertaba susurros de admiración en todos aquellos que se atrevían a contemplarla. Pero lo más sorprendente de todo era el precio que Sebastián había establecido para quienes desearan disfrutar de los encantos de la "Premium": la exorbitante suma de 2000 euros.
La noticia de este nuevo fenómeno se difundió rápidamente por la ciudad, y pronto las calles se llenaron de rumores y chismes. Algunos tachaban la idea de Sebastián como una locura extravagante, mientras que otros anhelaban secretamente la oportunidad de vivir una experiencia tan exclusiva y lujuriosa.
Un grupo de amigos, liderados por el inquieto y jocoso Pedro, decidió aventurarse en el "Jardín de los Deseos" para comprobar de primera mano si la muñeca "Premium" justificaba su astronómico precio. A medida que se acercaban al establecimiento, sus corazones latían con ansias y curiosidad, y sus mentes se llenaban de expectativas.
Al cruzar el umbral del local, una atmósfera de misterio y anticipación los envolvió. Sebastián, con su mirada astuta y su perfecta compostura, les dio la bienvenida con una sonrisa enigmática. "Caballeros, bienvenidos al paraíso de los placeres", susurró con voz suave, pero llena de promesas.
La sala de exhibición estaba iluminada por una luz tenue y sensual, que resaltaba las curvas y contornos de las muñecas. Los amigos observaron con fascinación cómo las figuras de silicona adquirían vida propia, sus cuerpos impecables y sus rostros perfectos parecían emanar una sensualidad cautivadora.
"Señores, aquí tienen a la joya de la corona: la muñeca 'Premium'", anunció Sebastián, señalando a la figura central. "Ella es la personificación de los sueños más íntimos, la respuesta a sus deseos más profundos".
Los ojos de Pedro brillaron con avidez mientras contemplaba la muñeca "Premium". Sus amigos intercambiaron miradas cómplices, sabiendo que estaban a punto de embarcarse en una aventura fuera de lo común. Sin más dilación, Pedro se acercó a Sebastián y, con un gesto decidido, entregó los 2000 euros.
"Mi buen amigo, estás a punto de experimentar un placer inigualable", dijo Sebastián, mientras le entregaba la muñeca a Pedro. "Cuídalos, cuídate", agregó con un guiño, antes de retirarse discretamente y dejar a los amigos solos con su nueva compañera de fantasías.
Y así, en aquel rincón de Madrid, Pedro y sus amigos se adentraron en un mundo de placer y risas, donde la muñeca "Premium" se convirtió en la protagonista de sus juegos y travesuras. Las horas pasaron como un suspiro, mientras la muñeca se convertía en cómplice de sus risas y confidencias.
Los amigos se deleitaban en la exquisita calidad de los detalles de la muñeca, su piel suave como la seda y sus movimientos casi humanos. Pero, más allá de la experiencia física, descubrieron que la verdadera riqueza de aquel encuentro radicaba en la diversión y el vínculo que se forjaba entre ellos.
"¡Pedro, has conseguido una compañera de juegos realmente única!", exclamó Juan con una carcajada. "Nunca pensé que una muñeca pudiera hacernos reír tanto".
"Es como si hubiéramos descubierto un tesoro oculto", respondió Pedro, mientras acariciaba el cabello de la muñeca con cariño. "Parece que la 'Premium' tiene el don de encender nuestro espíritu de travesura".
Mientras tanto, en las calles de Madrid, el rumor de las muñecas sexuales hiperrealistas se propagaba como un reguero de pólvora. La sociedad comenzó a debatir sobre los límites de la tecnología y la ética, pero Pedro y sus amigos siguieron disfrutando de su peculiar compañera sin importar las opiniones ajenas.
En una ocasión, mientras jugaban al escondite en el Parque del Retiro, la muñeca "Premium" se convirtió en una verdadera maestra del camuflaje. Su piel perfecta se mimetizaba con los colores del entorno, y sus movimientos sutiles y sigilosos la hacían prácticamente invisible. Los amigos se sorprendieron una y otra vez al descubrir que la muñeca había encontrado los escondites más ingeniosos.
"Esta muñeca es como una ilusión óptica andante", exclamó Carlos, asombrado. "Es como si estuviéramos jugando con un camaleón de carne y silicona".
Mientras tanto, la historia de las muñecas sexuales hiperrealistas continuaba expandiéndose por todo el país. Algunos las consideraban un símbolo de una sociedad decadente, mientras que otros las veían como una manifestación de la libertad y la exploración personal. Al final, cada uno encontraba en las muñecas su propia interpretación y significado.
“Como no esperó nada lo tuvo casi todo.” (Juan José Cuadros Pérez, nacido el 9 de octubre de 1926, una persona que iba para matemático pero se pasó a poeta sin esperar demasiado y, al final tuvo algún reconocimiento)
Cumpliría 76 años, pero se quedó en 71. France Gall una profunda admiradora de Ella Fitzgerald como podemos escuchar en el vídeo y algun@s hemos bailado/tarareado alguna vez. A 2000 euros el servei de la premium, quina barbaritat ! Abans em compro una mà articulada
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