EL LÍDER Y LA SEQUÍA
El líder estaba desesperado. Su popularidad había caído en picado desde que la sequía azotaba Catalunya emergencia y l@s administrad@s solo podían ahogarse, literalmente, en un vaso de agua. Los embalses estaban vacíos, los campos secos y los grifos goteaban. La gente le echaba la culpa de todo, desde el cambio climático hasta la mala gestión del agua. El líder sabía que tenía que hacer algo, y rápido, si quería conservar su cargo y su sueño de la independencia.
Se le ocurrió una idea genial. ¿Por qué no traer agua de otro sitio? ¿De dónde? Pues de Rusia, claro. Allí tenían mucha agua, congelada en forma de hielo y nieve. El líder pensó que si conseguía un acuerdo con Putin, podría importar toneladas de hielo y nieve y repartirlas por Catalunya. Así, cuando se derritieran, llenarían los ríos, los lagos y los acuíferos. La gente tendría agua para beber, regar y ducharse. Las cosechas volverían a florecer, los animales a pastar y los turistas a esquiar. El líder se imaginó a sí mismo inaugurando los Juegos Olímpicos de Invierno de 2030 en Barcelona, con una bandera estelada ondeando al viento. Sería el héroe de Catalunya, el salvador de la patria, el padre de la nación.
El líder se puso manos a la obra. Llamó a Putin y le propuso el trato. Putin, que era muy listo, aceptó encantado. Le dijo que le enviaría todo el hielo y la nieve que quisiera, a cambio de una pequeña comisión. El líder no se lo pensó dos veces y firmó el contrato. Al día siguiente, una flota de camiones frigoríficos salió de Rusia rumbo a Catalunya, cargados de hielo y nieve.
El líder convocó una rueda de prensa para anunciar su plan maestro. Dijo que había encontrado la solución definitiva a la sequía, que había hecho un pacto histórico con Rusia, que pronto llegaría el agua a Catalunya. La gente se quedó boquiabierta. Algunos aplaudieron, otros se rieron, otros se indignaron. El líder les pidió paciencia y confianza. Les dijo que en unos días verían los resultados.
Los camiones frigoríficos llegaron a la frontera de la Junquera. Allí les esperaba la guardia civil, alertada por el gobierno español. Los agentes detuvieron a los conductores y abrieron los camiones. Dentro no solo había hielo y nieve, sino también armas, explosivos y soldados rusos. El líder había sido engañado. Putin le había mandado un ejército encubierto para invadir Catalunya y anexionarla a Rusia. El líder había cometido el mayor error de su vida.
El gobierno español acusó al líder de traición y sedición. Le detuvo y le encarceló. Le quitó la autonomía a Catalunya y la puso bajo tutela. La gente se enteró de la verdad y se sintió traicionada y humillada. La sequía seguía igual, pero ahora había un problema mayor. El líder había fracasado en su intento de salvar Catalunya. Había acabado con su carrera política y con su sueño de la independencia. Así que, por aquí, continuamos sec@s y jodid@s.
"El que no conoce la verdad es simplemente un ignorante, pero el que la conoce y la llama mentira es un criminal." (Gian Francesco Poggio Bracciolini nacido el 11 de febrero de 1380. Lo cierto es que estamos condenados a vivir entre ignorantes voluntarios y criminales que crean ignorantes)
Y que cumplas muchos más de los 43 de hoy porque así tendrás tiempo a encontrarte con mas dilemas.
Dilema
La temptació estava davant d'ella, impossible de resistir. Encara que el seu cap li deia que havia d'anar-se, el seu cor li demanava quedar-se. Nelly la mirava amb aquests ulls que prometien passió i plaer, mentre el seu cos es movia al ritme de la música. Kelly sabia que si cedia, es ficaria en problemes. Però quin problema podia haver-hi a gaudir el moment, oblidant totes les conseqüències? Només una nit, es va dir, per a provar allò que tant desitjava. Decidida, va prendre a Nelly de la mà i van sortir ràpid d'allí, sense mirar enrere, directe a la trobada que marcaria un abans i un després en la seva vida.
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