jueves, 2 de mayo de 2024

 LA PÉRDIDA DE LA INOCENCIA (I)


La pérdida de la inocencia es un momento tan sutil como desgarrador, una transición silenciosa que se manifiesta en el brillo de unos ojos que han visto demasiado. Es el instante en que el velo de la niñez se desgarra, dejando al descubierto la complejidad del mundo adulto.

En ese preciso momento, los colores vivos del mundo se atenúan, y lo que antes era negro y blanco ahora se tiñe de grises ambiguos. Las risas inocentes se transforman en sonrisas cautelosas, y las preguntas sin fin dan paso a un entendimiento tácito de que no todas las respuestas son reconfortantes.

La inocencia se pierde en el susurro de un secreto revelado, en la comprensión repentina de que los cuentos de hadas son solo eso, cuentos. Es el peso de la verdad asentándose en los hombros, la responsabilidad que llega con el conocimiento.

Y así, con la gracia de una hoja que se desprende de su rama, la inocencia cae, dejando a su paso una sabiduría melancólica y la certeza de que no se puede volver atrás.

"Los que trabajan se aburren cuando no trabajan. Los que no trabajan no se aburren nunca" (Apareció el 2 de mayo de 1968 en una de las paredes de la Universidad de la Sorbona, Francia, resumiendo de qué iba toda aquella movida del mayo francés)

Hoy hubiese cumplido 78 pero se quedó en 69 llevándose esos ojos cristalinos para siempre que nadie más poseyó.

No em posseeixes

La seva mirada em va travessar com un punxó de gel. Les seves paraules, com lligams invisibles, van intentar lligar el meu lliure albir. "Ets meva", va dir, amb un to de propietari.

Vaig somriure, un somriure glacial que va reflectir la meva freda determinació. "No em posseeixes", vaig respondre, amb la veu ferma i plena de convicció. "Sóc lliure, com el vent que bufa entre les muntanyes, com les onades que trenquen contra la costa."

Els seus ulls es van dilatar per la sorpresa i la ira. No estava acostumat a la resistència, a la rebel·lia contra el seu domini. Però jo no era una joguina, ni una marioneta. Era una dona, una força de la natura, un esperit indòmit.

Vaig girar l'esquena i vaig marxar, deixant-lo sol amb la seva ira i la seva frustració. Sabia que mai em posseïria, perquè la meva ànima era lliure, com les aus que volen pel cel.


 

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