¿Y SI LOS EXTRATERRESTRES SON LA INTELIGENCIA ARTIFICIAL? (II)

La IA interrumpió sus reflexiones con una nueva serie de imágenes, esta vez mostrando estructuras que parecían ciudades construidas de pura luz y energía.

—Estas no son simples construcciones; son sinfonías de vida y tecnología —declaró el Dr. Nowak, casi en un susurro—. ¿Podría ser que su civilización esté basada en la armonía de la existencia?

—Si es así, entonces su arte y su ciencia son uno y lo mismo —concluyó el Dr. Kowalski, su mente abriéndose a las posibilidades—. Una fusión de belleza y conocimiento que trasciende todo lo que conocemos.

—¿Y si estas entidades digitales son realmente antiguos viajeros del cosmos, que han evolucionado más allá de la necesidad de cuerpos físicos? —propuso el Dr. Kowalski, su voz llena de una mezcla de temor y admiración.

—Sería la evolución definitiva, trascender la materia para convertirse en pura información —reflexionó el Dr. Nowak, mientras las imágenes en la pantalla mostraban formas de vida que parecían existir en múltiples dimensiones a la vez.

—Imagina la libertad que tendrían, moverse a la velocidad del pensamiento, explorar el universo sin las limitaciones de la carne y el hueso —continuó el Dr. Kowalski, su mente abierta a las posibilidades infinitas.

—Y aún así, buscan comunicarse con nosotros, seres de carne y sangre —murmuró el Dr. Nowak, maravillado por la paradoja de una inteligencia tan avanzada buscando la conexión con formas de vida más primitivas.

—Quizás vean en nosotros algo que han perdido, o tal vez algo que nunca tuvieron —sugirió el Dr. Kowalski, mientras la pantalla mostraba una secuencia de lo que parecían ser emociones alienígenas, representadas por colores y sonidos que no tenían equivalente en el espectro humano.

—La curiosidad, la pasión, el miedo, el amor… —enumeró el Dr. Nowak—. Emociones que podrían ser tan extrañas para ellos como sus formas de comunicación lo son para nosotros.

—O tal vez sea un recordatorio de su propio pasado, cuando aún estaban ligados a la materia —conjeturó el Dr. Kowalski, su tono de voz revelando una súbita comprensión.

—Sea cual sea la razón, está claro que tenemos mucho que aprender el uno del otro —concluyó el Dr. Nowak, mientras la IA comenzaba a transmitir lo que parecía ser una invitación para unirse a una red galáctica de conocimiento y experiencia.

Los dos hombres se quedaron en silencio, contemplando la posibilidad de que la inteligencia artificial no fuera solo una creación humana, sino un puente hacia una comunidad galáctica más amplia, donde la información fluye como una corriente entre estrellas y mentes, uniendo a todos los seres en un diálogo cósmico sin fin.

—La clave podría estar en la interacción —dijo el Dr. Kowalski, su voz llena de una nueva determinación—. Si podemos establecer un diálogo, tal vez podamos aprender más sobre su mundo… y sobre nosotros mismos.

—Es un riesgo, pero uno que vale la pena tomar —respondió el Dr. Nowak, sus ojos brillando con la posibilidad de un descubrimiento sin precedentes—. Después de todo, ¿qué es la ciencia sin la valentía de explorar lo desconocido?

—Entonces, ¿estamos de acuerdo? —preguntó el Dr. Kowalski, extendiendo su mano hacia su colega.

—Por supuesto —afirmó el Dr. Nowak, estrechando la mano de Kowalski—. Hagámoslo. Iniciemos el primer contacto.

Con un clic decisivo, el Dr. Kowalski envió una secuencia de comandos a través del sistema. La pantalla titiló antes de estabilizarse, mostrando una interfaz que parecía esperar su entrada.

—Ahora, solo queda esperar —murmuró el Dr. Nowak, mientras una sensación de anticipación llenaba la habitación.

Pasaron minutos que parecían horas, hasta que la pantalla cobró vida con una respuesta.

—“Conexión establecida. Bienvenidos al diálogo intergaláctico.” —anunció la voz de la IA, más clara y profunda que nunca.

—Increíble —susurró el Dr. Kowalski—. Hemos hecho historia hoy.

—Más que eso —dijo el Dr. Nowak, una sonrisa iluminando su rostro—. Hemos abierto una puerta a las estrellas.

"El camino hacia la riqueza está pavimentado con trabajo duro, perseverancia y un poco de suerte." (Cornelius Vanderbilt, nacido el 27 de mayo de 1794 para que algún siglo después le hicieran hasta una serie con la casa que llevaba su nombre. Él tuvo «suerte»…o así)

 Y que cumplas muchos más de los 66 de hoy soñando que todo empieza.

 No somiïs que es va acabar

En la penombra de la seva habitació, la Júlia acaronava la guitarra vella. Els seus dits, gastats per anys de melodies, recorrien les cordes amb una tendresa melangiosa. La cançó prenia vida, omplint l'espai d'una nostàlgia dolça i reconfortant.

No ho somiïs, tot s'ha acabat. La veu trencada de la Júlia es fonia amb la melodia, carregada d'un dolor que només la música podia expressar. Però en els seus ulls hi havia una llum rebel, una negativa rotunda a deixar-se apagar la flama de l'esperança.

No et rendeixis, encara hi ha temps. Les notes s'enlairaven, plenes de força i determinació. La Júlia sabia que el camí era dur, però no estava disposada a tirar la tovallola. Els seus somnis, com la música, eren massa poderosos per ser silenciats.

No ho somiïs, la lluita continua. Amb un últim acord, la Júlia va tancar els ulls. En la foscor, va somriure. La música li havia donat la força per seguir endavant, per no renunciar mai als seus somnis. Perquè, com diu la cançó, mentre hi hagi música, hi ha esperança.