sábado, 11 de enero de 2025

 GROENLANDIA: OFERTA IRRESISTIBLE

El despacho oval era un caos controlado. Trump tamborileaba los dedos sobre el Resolute Desk, mientras un asistente intentaba explicarle, con diagramas torpemente dibujados, por qué Groenlandia no era un centro comercial en quiebra que podía adquirirse por "unos cuantos billetes verdes y un guiño persuasivo".

—¡Pero tiene hielo, mucho hielo! —interrumpió Trump, mirando a su equipo con la misma expresión de triunfo con la que había lanzado su línea de bistecs congelados. —Y hielo significa agua, y agua significa negocio. Llamemos a Dinamarca. Seguro que están esperando.

En Copenhague, la primera ministra danesa, Mette Frederiksen, se ajustó las gafas al escuchar la propuesta traducida al danés. Los asistentes se quedaron inmóviles, como si alguien hubiera sugerido subastar la Sirenita del puerto. Frederiksen suspiró profundamente y pidió a su secretario que redactara una respuesta diplomática, algo que no incluyera la frase "¿está usted bromeando?".

Mientras tanto, en Nuuk, capital de Groenlandia, el alcalde local, Hans Kristiansen, convocó a una reunión de emergencia. Los rumores habían corrido más rápido que un oso polar huyendo del deshielo. En el centro comunitario, los habitantes debatían entre risas y preocupación.

—¿Qué sería de nosotros? —preguntó una anciana, tejiendo un suéter con patrones inuit.

—Tal vez nos conviertan en un parque temático —respondíó un joven pescador, con sarcasmo. —¡Bienvenidos a TrumpLandia! Entrada gratis con un sombrero rojo.

El debate alcanzó un clímax cuando un niño levantó la mano.

—¿Nos darán pizza? —preguntó, inocente. La sala estalló en carcajadas.

De vuelta en Washington, los daneses finalmente respondieron a la oferta. Una carta formal fue entregada en mano por el embajador danés. Decía algo así:

“Estimado Señor Presidente,

Nos sentimos halagados por su interés en Groenlandia. Sin embargo, debemos declinar amablemente su propuesta. Como referencia, Groenlandia no está en venta, pero ¿quizás le interesaría un recorrido guiado por nuestros fiordos? Apreciamos su creatividad.

Atentamente, Mette Frederiksen”

Trump recibió la carta con una ceja levantada y una mueca de disgusto.

—No saben lo que se pierden. Habría hecho Groenlandia genial otra vez —murmuró, antes de girarse hacia su asistente. —¡Averigua si Finlandia está en venta!

En Nuuk, la vida siguió su curso. Los pescadores volvieron al mar, las auroras boreales bailaron en el cielo, y alguien colgó un cartel en el centro comunitario: "No estamos en venta, pero aceptamos pizza".

 «Es propio de la naturaleza humana flaquear cuando los sueños empiezan a materializarse» (Eduardo Mendoza, nacido el 11 de enero de 1943 en Barcelona y, como todo escritor leído y viajado de su época, sufrió la censura franquista en sus novelas que, por lo general ambienta en Barcelona)

Y que cumplas muchos más de los 44 de hoy, siendo una superstar como crees tú y algun@s otr@s.

Superstar

Les llums de neó bategaven amb cada pas que ella donava. Al centre de la pista, les mirades l’adoraven, però cap era seva. Al mirall del lavabo, les llàgrimes s’emmascaraven sota el rimel. “Ets una estrella,” es repetia, com una pregària buida. Tornava a la sala amb un somriure que no li pertanyia, ballant com si el món s’acabés, com si la solitud no fos la seva única companyia. Quan la música va callar, ningú es va quedar per dir-li adéu. Superstar en l’escenari, ombra al camerino. Al final, l’aplaudiment era només un eco.


 

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