DIAGNÓSTICO DIVINO
—Hijo mío, naciste con un desorden natural herencia del pecado —dijo el obispo, imponiéndole las manos a Mateo, que lo miraba desde su silla de ruedas como se mira una farola en llamas.
Mateo parpadeó.
—¿Como los terremotos, los eclipses o las sandías sin pepitas?
El obispo carraspeó.
—Más bien... como una señal de que el mundo se aparta del diseño original.
—Ah, entonces soy arte moderno.
—¡No blasfemes!
Mateo sonrió con la calma de los que ya han perdido el miedo.
—Tranquilo, Monseñor. Usted es el que está viendo el mundo al revés. Yo solo estoy sentado.
Silencio. Los fieles observaban. Una señora se santiguó. Otra le ofreció a Mateo una pastilla de menta, como si la ironía también necesitara un exorcismo.
El obispo se retiró, confundido. Esa noche, soñó con ángeles en silla de ruedas que le cerraban las puertas del cielo por no cumplir con la accesibilidad.
«La guerra será siempre una derrota del derecho» (Louis Renault, nacido el 21 de mayo de 1843 para ser premio Nobel de la Paz en 1907 y no fabricante de coches de la marca de su apellido. El derecho, en estos tiempos que corren, siempre sale derrotado)
Y que cumplas muchos más de los 84 de hoy tomándote las hierbas que veo que te van muy bien. Es una lástima que la canción que cantas en el vídeo, parida por ti, la hiciesen famosa un dúo no menos conocido... aunque su versión también es muy bonita.
Herbes per a un cor trencat
He anat al mercat de Scarborough, però no buscava ni julivert, ni sàlvia, ni romaní. Buscava el teu nom entre les pedres del carrer, entre els guants que venia la mestressa de llana, entre les mirades fugisseres dels viatgers.
He parlat amb el vent i m’ha dit que encara no has tornat.
He comprat una herba per a cada mentida que vas deixar als llençols, i les he lligat amb un fil que no es veu però que crema.
Ara només falta que tu facis una camisa sense costures.
I que no et tallis.
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