EL INCONDICIONAL

Todos dicen que tienen uno, pero no todos lo confiesan.

Ese amigo que no necesita motivo para estar ahí. Que te soporta —o tú a él— sin pedir explicaciones. Ese al que defiendes ante los demás, incluso cuando mete la pata hasta el fondo. Ese que no brilla por su ingenio ni por su tacto, pero sigue apareciendo en las fotos, al fondo, con la misma chaqueta de siempre y una media sonrisa que nunca sabes si es suya o prestada.

El incondicional no se gana; simplemente ocurre. Y, a veces, es más fácil serlo que tenerlo.

Ese caballero que ahora veis en la foto no contó nunca con un amigo incondicional. Pero, ironías del guion, él fue el incondicional de más de uno. El tipo que se quedaba hasta el final recogiendo vasos vacíos, el que escuchaba sin entender, el que nunca se fue aunque nadie le pidiera quedarse.

Quizá la amistad no sea recíproca, pero tiene un extraño sentido de la justicia: siempre hay alguien que te recuerda, incluso cuando tú ya has olvidado por qué estabas ahí.

«No se trataba de creer o no creer lo que leía, sino de sentir algo nuevo, de ser afectado por algo que hacía que el aspecto del mundo fuera distinto» (No es que Richard Nathaniel Wright nacido el 4 de setiembre de 1908 se creyese todo lo que leía, él hacía caso a lo que sentía para creérselo o no. Por eso yo debo ser muy creíble)

Si tu le quitas la batería a la canción del vídeo, la destrozas literalmente.  Por eso los que forman parte del grupo desean que el que la toca -hoy llega a los 74 años- cumpla muchos más.

Meteorologia del malentès

Em vaig presentar tard a la cita: el semàfor va canviar d’humor tres vegades i el metro va fer veure que plovia dins del túnel. No m’ho prenguis malament, vaig escriure, oloro tempestes quan arribes. Tu vas llegir “fugida”. A la terrassa, el got d’aigua tenia gel de vidre i el teu llavi es va trencar una mica, com una promesa. Vaig dir que el teu riure em desarma; vas escoltar que et desarmo. El cambrer va portar dues olives i una rendició. Quan vaig pagar, era tard i encara et devia el primer hola.