Hoy me ha venido a la cabeza una escena de la película “Blade Runner”, la que ilustra este escrito.
Hasta hace unos años creía que el hormigueo que sentía (y siento) en el estómago el día anterior a reanudar mi actividad laboral después de las vacaciones, eran los nervios típicos al pensar qué cantidad de problemas me encontraría. Hoy se que es miedo, puro pánico. Miedo a tener que volver y caer en la apatía que me lleva una actividad que se repite día tras día. Miedo a que se me note esa desgana y alguien, con capacidad para pensar y decidir, crea que no estoy lo suficientemente motivado con mi trabajo y prescinda de él. Miedo a perder el "estatus" social y que con ello se desmorone tu mundo. Miedo a afrontar las batallas que plantean los que ambicionan mi puesto. Miedo al cansancio. Miedo a la soledad. Miedo a la traición que siempre planea en los despachos de lo alto del organigrama empresarial. Miedo a no poder responder a los compromisos. Miedo, en conclusión, a la rutina. Y es que a medida que pasan los años llevo peor mi condición de esclavo.
Hay una frase muy buena que dice:"La esclavitud no a sido abolida, ahora viene en NOMINA!!!!"
ResponderEliminarBesos y una buena reentrée
P.S. Ya me explicaras como has esquivado el primer dia, pues a mi ya me que poquiiiiisimo :)
Pues mira que todo eso que comentas no es más que un círculo. ¿No has pensado que el principio de todo debería basarse en prioridades? Has llegado a la pensar en que no eres más que esclavo de ti mismo? Si aún después de pensar en todo ello llegas a la conclusión de que necesitas trabajar en algo que no te gusta para obtener objetivos (en mayoría sólo objetos)que te hagan la vida feliz pero, al mismo tiempo eres infeliz porque no te satisface el medio para conseguirlos... ufff!! volvemos al círculo del principio.
ResponderEliminarP.S: Cada día que pasa más cuenta me doy de lo afortunada que soy... entre otras cosas por saberte ahí ;)
Si supiese como esquivar el primer día después del parón veraniego, no dudes que te lo explicaría Pentagrama o, mejor, lo patentaba para comercializarlo luego y seguro que me hacía de oro. Todos estamos igual y ya sabes lo aburrido que es el escuchar siempre las mismas frases cuando llegas... Lo que si puedo esquivar es que l@s "artistas" me enseñen sus fotos y me expliquen las batallitas ¿Y sabes cómo? pues se las explico yo antes y cuando llega su turno les digo: "uuyysss que te estoy entreteniendo mucho con la cantidad de trabajo que debes tener"... y así lo soluciono. Besos también para ti y yo sé que tendrás una buena rentrée... A ti te va la marcha y estás deseando empezar ;)
ResponderEliminarMe has liado Abril me has liado muchísimo con eso de las prioridades y el pez que se muerde la cola dibujando un círcula interminable... lo que si he entendido y es una frase que me ha encantado es eso de que trabajamos para conseguir objetos que no objetivos... Al leerla se me ha abierto otra reflexión-pregunta que voy a tratar de resolver a continuación. La pregunta es ¿somos las personas objetos? Viene al hilo plantearlo porque creo que trabajamos para conseguir personas...
ResponderEliminarPor cierto ese "P.S." tuyo me ha enternecido muchísimo, que lo sepas. Mmmuuuaaaccchhhk
¿Recuerdas el relato (¿relato?) que titulé "Doscientos metros cuadradados"? Era la descripción del lugar de trabajo que me hacia sentir esa desgana y esa apatía que describes, ese lugar que me escupía a la cara todos los días "mi condición de esclavo"...no en vano puse "plantación" como contraseña en el ordenador con el que trabajaba.
ResponderEliminarA.
P.D. Ya soy libre.
Otrosí digo: Ehhhhhh!!!!! Has puesto Mmmuuuaaaccchhhk....JAJAJAJAJAJA...acabado en k, ¡como debe ser! ¡que suene el beso!
Recuerdo tu relato... tus relatos. Como habrás observado voy siguiendo tu pista en busca de esos brotes de escritura tan bien germinados. ¡Hasta tu contraseña cuando eras "esclavo" (sic) se trataba de una señal! :D
ResponderEliminarP.S. ¿En serio que crees eso?
¿Que si deben sonar los besos? ¡¡¡Por supuesto que lo creo!!! Deben sonar, saber y oler.
ResponderEliminarEl pasado año los Reyes Magos me obsequieron con "Besos que fueron y no fueron", hermoso tratado sobre los besos que, permíteme el atrevimiento, te recomiendo.
http://www.youtube.com/watch?v=TsgtjKAPa2s
A.
Lo cierto es que mi "P.S." no se refería a los besos, sino a lo que había antes del primer punto y seguido inmediatamente después de tu "P.D.". Pero bienvenido sea el equívoco si con eso te he hecho ser atrevida.
ResponderEliminarSi me creía esclava estando allí, ¿por qué no puedo creerme libre ahora que ya no estoy?.
ResponderEliminarSí, rotundamente, sí. Soy/me siento L-I-B-R-E, y orgullosa de ser responsable de este nuevo estado.
A.
P.D. ¿Eso es todo lo atrevida que puedes conseguir que sea...?
Soy de los que creb que la esclavitud ni se crea ni se destruye, solo se transforma. Pero, de veras, no seré yo quién te agüe tu dicha porque igual me estoy dejando llevar por la envidia.
ResponderEliminarP.S. http://fotografodeinstantes.blogspot.com/2011/10/lo-que-nace-de-un-beso.html
He dado un paseo por Lo que nace de un beso (I)(II)(III)(IV)
ResponderEliminarSOBERBIO (no tú, el relato)
Un beso
A.
Menos mal que has aclarado quién era el altivo. Mi modestia es legendaria en "La Red".
ResponderEliminarOtro beso en igual medida e intensidad para ti, no vaya a ser que hablemos de besos distintos.
¿Y qué importa que sean besos de medida e intensidad dispar? Ya sabemos lo que nace de un beso ;)
ResponderEliminarA.
Ah, se me olvidó aclarar, soberbio como grandioso y magnífico.
ResponderEliminarBeso
A.
Habrá que saber, ahora, lo que muere con un beso ¿Te atreves? ;)
ResponderEliminarAl segundo (comentario)queda claro que estabas hablando (escribiendo) de mi... modestia.
ResponderEliminarAnsiosa por saberlo.
A.