jueves, 22 de septiembre de 2011

El robot (I)


Tenían necesidad de incrementar la producción y pensaron que la mejor manera de hacerlo era sustituir a las personas por robots. Encargaron la fabricación de los autómatas a una de las principales empresas en tecnología punta del mundo, una de aquellas empresas en las que el único factor humano eran el consejo de administración y los accionistas que cobraban los beneficios.  A pesar de eso tardaron más de dos meses en encontrar la solución. El día de su presentación el presidente de “Robobo Tecnic, S.A.” -experta mundial en la fabricación de robots- y el de  “Personal Solutions, S.A.”, estaban reunidos en la sede de ésta analizando el resultado de su trabajo. El presidente de “Robobo Tecnic, S.A.” venía acompañado de un hierático personaje que en el momento de las presentaciones permaneció inmóvil, sin que apareciese en su rostro ningún atisbo de emoción.

     -          Y bien  ¿cuál es el resultado de su trabajo? –preguntó el presidente de “Personal Solutions, S.A.”
     -        Lo tiene delante suyo –contestó el mandamás de “Robobo Tecnic, S.A.” señalando a quién le había acompañado a la reunión- Le presentó a Eduardo García García, jefe-prototipo del departamento de producción. Una auténtica maravilla producto de la tecnología más avanzada.
     -          ¡Caramba! –exclamó perplejo- Hubiese dicho que quién le acompañaba era humano y no un androide.
      -          Es que es humano... Un humano sometido a un cierto proceso de transformación…
      -          ¿Humano? Perdone pero habíamos quedado que queríamos robots, no hombres.
      -       Si, lo sé. Pero ya le he dicho que el Sr. García ha experimentado cierta, digamos, metamorfosis. Déjeme que le explique…
      -      Si, explíquese no vaya a ser que esa mutación o metamorfosis que dice que ha sufrido me vaya a representar algún problema con el Comité de Empresa, que estos están a la que salta.
    -  ¿Comité de Empresa? ¿Problemas? Tranquilícese que nada de eso va a ocurrir. Es más, el Sr. García es la garantía de que no exista ninguna complicación en su empresa y que la producción se incremente.
      -    Explíquese, por favor.
     -   Verá Eduardo es un ingeniero de sistema experto en robotización que lleva trabajando en nuestra empresa desde hace más de 25 años. Cuando empezó era un joven algo “impulsivo” y con lo que llaman “conciencia social” lo que le llevó a ser el presidente del comité de empresa de “Robobo Tecnic, S.A.”. Era un comité muy beligerante con la dirección sobre todo cuando los antiguos accionistas decidieron poner en venta la empresa a nuestro grupo coincidiendo con la gran crisis de 2008… El comité pensaba que los puestos de trabajo de la empresa peligraban dado que, como sabe, en aquella época nuestro proceso de fabricación era llevado única y exclusivamente por robots. La lucha fue enconada: paros intermitentes, huelgas y resoluciones judiciales que no nos eran favorables. La administración evitaba enviar a los trabajadores al paro y máxime cuando nuestro grupo era muy fuerte a nivel mundial. No obstante la producción cayó en picado y la economía de la empresa se resintió. Corríamos serio peligro de desaparecer a no ser que nos plegásemos a las exigencias de los trabajadores: sustituir por humanos a nuestros androides. Fue entonces cuando ocurrió un hecho que dio la vuelta por completo a la situación…

4 comentarios:

  1. uisss ésto promete... mola.

    (jo, una vez que vienes y coincide con una entrada erótica, con lo poco que practico el tema...).

    Besoooo

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  2. Oye, Fotins, he visto que sigue la segunda parte. Pero antes de leerla, quiero dejar en ésta mi opinión: le encuentro similitud con..., muy parecido a... Voy a la segun, a ver si...

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  3. calmA, calma, muchaaaaa calmaaaaaaaa que no me lo creo. Lo que se escribe siempre es la evidencia de nuestra propia experiencia ;) En cualquier caso me brindo a practicar "el tema". Por cierto ¿quién pone la pluma? (para escribir, digo)

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  4. Mtu me has dejado un poco... Y si me acabas de decir el que ... te lo agradeceré. En cualquier caso no me extraña que te recuerde algo ya escrito porque (espero) no te recuerde a la realidad.

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