Juan sí sabía porque había llegado a ese lugar de encuentros. Era un cazador experimentado y tenía que cobrarse una pieza rápido. Las dos mujeres con las que había estado alternando juegos de seducción ya no le satisfacían. Una porque había agotado su paciencia con sus idas y venidas, calentándole exclusivamente la cabeza. En cuanto follasen se acabaría la diversión, era como quedarse sin objetivos en esa empresa. Con la otra estaba en un bucle de desconfianza mutua del que era imposible salir pero como le encendía de vez en cuando, aguantaba el compartirla con los otros que le ocultaba. Ser engañado como su marido había terminado por desmotivarle. Así que entró en aquella página por necesidad. Por su necesidad de encontrar a alguien que le hiciese de nuevo sentirse enamorado, que lo adorasen, que perdiesen la cabeza por él y, además, en una relación clandestina. No existía nada que le diese más morbo que una relación secreta. Eso le llevó a aquél lugar en que se anunciaban mujeres que se declaraban comprometidas como él. Exhibir ese estado civil era una garantía de éxito porque allí nadie buscaba relaciones duraderas, sino afectos rápidos. Además todos y todas tenían una causa común que los unía: evadirse de su realidad. Eran prófugos en el inicio de una carrera hacia no se sabe dónde.
Preparó la escenografía, puso su mejor foto, el cebo de sus palabras y una calculada lista de exigencias que sugerían un carácter sensual, un comportamiento delicado y una clase refinada. El señuelo se completó con los rastros que dejó en su paso por las páginas de las hembras que llamaron su atención. Sin embargo le llegó un mensaje de alguien que él no había visitado. Unas palabras que le parecieron sinceras en un lugar donde es necesario mentir para protegerse. Eso captó su atención.
Preparó la escenografía, puso su mejor foto, el cebo de sus palabras y una calculada lista de exigencias que sugerían un carácter sensual, un comportamiento delicado y una clase refinada. El señuelo se completó con los rastros que dejó en su paso por las páginas de las hembras que llamaron su atención. Sin embargo le llegó un mensaje de alguien que él no había visitado. Unas palabras que le parecieron sinceras en un lugar donde es necesario mentir para protegerse. Eso captó su atención.
Me gusta, y mucho. ¿Para cuando la III parte?.
ResponderEliminarTodo un "Déjà vu" para mí. Ansio leer el siguiente capítulo. ;)
ResponderEliminarY la mía...
ResponderEliminar(Puedo prometer y prometo que si doy un "golpe", estaís invitados a una ronda al menos... ¡y nada de "light"!) ;)
Jajaja... Siempre serás un encantador de serpientes... Te sigo.. te sigo..:-)
ResponderEliminarMe uno al club, expectantes del capitulo III.
ResponderEliminarMe gusta
petonssss
CHARO , ABRIL y Pentagrama desde luego que me estáis haciendo sudar los bites. Menudo agobio llevo con la tercera parte de la huida. Al final voy a ser yo el que salga por piernas...
ResponderEliminarMtu las rondas no son buenas, al menos eso dice la canción, pero no me voy a poner a cantártela por dos motivos: el primero es porque canto fatal y si lo hago, esta borrasca que nos inunda no va a marcharse y la segunda, porque no me se la letra de la canción.
¡Qué alegría leerte y saber de ti aunque sea por aquí Gloria ! :) Te hacía montando una de las tuyas allende los océanos y las montañas pero seguro que se te han quedado pequeños. Por cierto, a pesar de todo, me comí la manzana ¿o no tenía que haberlo hecho? :SS ¿Me van a expulsar del paraíso?
Un besooooooooooooooo muyyyy largooooooo
Jaja pues la titularemos LA GRAN HUIDA. Que sepa ud Sr.Fotins que huir es de cobardes:)
ResponderEliminarO de precavidos CHARO Ya sabes lo que dicen de la "marcha atrás": Una retirada a tiempo no deja de ser una victoria ;)
ResponderEliminarEs que no es lo mismo recular que salir por patas;)
ResponderEliminarMe presento, soy Heidi, soy seguidora y aficionada a tus relatos desde hace unos días gracias a una gran y especial amiga. Me han cautivado tus historias por su sencillez y exquisita profundidad personal. En este caso tengo sed de más, de saber más, cómo sigue La Huida? ... Son relatos de instantes o fragmentos de vida, momentos reales o posiblemente reales, en los cuales seguro que cada uno de los que participan y disfruta de su lectura se puede sentir identificado en uno de los personajes o bien, recordar y sentir vivencias en su propia piel. Te seguiré!!!
ResponderEliminarNo, no es lo mismo CHARO sobre todo si no llevas retrovisor. Por eso siempre es mejor ir hacia delante y pararte en cuanto veas el abismo... :)
ResponderEliminar¡Caramba, Heidi! Bienvenida a estas páginas y no solo por tus halagos (me has hecho poner colorado)sino por tus aportaciones presentes y futuras. Una cosa: espero que no tengas la edad del personaje que utilizas su alias... ;)
ResponderEliminarPues ten cuidado con la velocidad cuando vayas hacia delante,que si no te da tiempo a frenar... Pasate a diesel o vuelvete hibrido;)
ResponderEliminarBuenas noches Fotins, sí, espero y quiero participar de los comentarios y poder aportar en ellos. Admiro a cada uno de los presentes por sus aportaciones y su capacidad por interpretar tus relatos. Deseo saber y estar a la altura. De momento en La Huida(II) estoy como espectadora y lectora... Sí, Heidi es simplemente un personaje que forma parte de los recuerdos de mi infancia. Paso y doblo tranquilamente la mayoría de edad. Ja! No te preocupes por ello. Heidi es mi Alias para poder o conseguir cierta intimidad y privacidad (tiene su historieta e igual algun día te la cuento, no tiene más importancia). CHARO eres la hostia!!! Y siempre me sorprendes!!! ;)
ResponderEliminarGracias HEIDI y bienvenida!!
ResponderEliminarLeo ésta ahora, antes de la tercera, así, a la tarde sigo con la siguiente.
ResponderEliminarBesotes
¿Te quedaste encallada en la lectura?
ResponderEliminarBuenas noches!!!! Leida la primera parte, leida la segunda...deseo leer la tercera!!!
ResponderEliminar¿Qué pasará? ¿El cazador quizás corra el peligro de ser cazado? No lo creo... Quien sabe, habrá que seguir leyendo...
La lectura solo es una ayuda (a veces) para conocer nuestra propia historia MJ
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