Y aunque con Ella siguió el mismo ritual virtual de siempre, el hombre al que no le gustaba su cuerpo enseguida se percató que no era igual que las demás. Sentía por Ella algo diferente y era correspondido como en tantas ocasiones lo había sido anteriormente; no obstante había algo distinto en el comportamiento de Ella: lejos de esconderse se dejó ver desde el momento en que se empezó a enamora. Las fotos y las imágenes que transportaba la webcam inundaron de belleza los ojos del hombre al que no le gustaba su cuerpo y, por primera vez en su vida, quiso estar con una mujer. Pero la desconfianza en su cuerpo le hacía retroceder de nuevo a pesar que Ella le repetía una y otra vez que lo que le gustaba de Él era su alma, su espíritu, que esa era la hermosura que la atraía. Para demostrárselo se dejaba ver a través de la webcam sin pedirle a Él que hiciera lo mismo; tenía suficiente con leer sus palabras o escuchar su voz al otro lado del teléfono para que estas le llevasen al éxtasis del orgasmo. Culminación que le mostraba a través de la pantalla del ordenador o en los dulces gemidos que escuchaba a través del auricular. Nada de eso lograba convencer al hombre al que no le gustaba su cuerpo, convencido que si tenían un encuentro se rompería la magia de su relación.
Presa del deseo, Ella decidió tomar una decisión para estar con el hombre de su vida. Decidió cambiar su imagen, hacerse la cirugía estética para ser tan –como suponía- fea como el hombre al que no le gustaba su cuerpo. Así que sin decirle nada se hizo una reducción de pechos, se hundió los pómulos, se puso chepa en su espalda y empezó a comer todo tipo de bollería hasta que aparecieron unos michelines que colgaban a lo largo de toda su cintura. Había conseguido tener un aspecto espantoso porque pensaba que era la única manera de alcanzar el amor sublime con el que soñaba. Llegó el día en el que Ella estaba preparada para darle la sorpresa a su amado.
Hacía días que no sabía nada de Ella así que cuando recibió su mensaje proponiéndole un encuentro virtual para esa noche, no dudó un instante en acudir. Encendió el portátil esperando encontrarse con su enamorada al otro lado. Lo que vio fue algo horripilante, un amasijo de carne con forma humana que parecía sonreírle. No la creyó cuando le dijo que era Ella, que había hecho todo eso en su cuerpo por Amor a Él, para estar a su lado. Nadie haría un sacrificio como aquél por un hombre al que no le gustaba su cuerpo. Pensó que aquello era una broma de mal gusto de alguien que habría pirateado sus conversaciones, sabía de sus debilidades y ahora trataba de burlarse de Él. Se convenció –a pesar de las súplicas de aquél adefesio porque la creyese- de que Ella había desaparecido para siempre como antes lo habían hecho las otras, así que apagó el ordenador prometiéndose que nunca más volvería a desnudar su alma.
Nos resulta dificil creer que alguien se pueda sacrificar tanto por nosotros y mas aún cuando nosotros quizas no lo haríamos por ellos.
ResponderEliminarCompleja situación con diferentes matices y puntos de vista...
ResponderEliminarEl amor se demuestra amando al ser amado, aceptándolo tal cual es y montrándose cada uno como lo que es realmente.
Ella se enamora de él por lo que es, por lo que le transmite y le hace sentir, sin importarle como es físicamente. Él se enamora de ella por como ella es, en su conjunto.
Hasta ahí todo perfecto!
¿Cuándo viene el problema? Cuando uno se modifica a si mismo y deja de ser quien realmente es, y lo hace para estar al "nivel" de la otra persona (aun siendo por una buena causa y la mejor de las intenciones). Entonces vienen malentendidos, desconfianzas y recelos...ya nada es lo que era...
Ella no es "Ella", de quien él se enamoró...Él desconfía de la intención de "Ella" aun siendo buena, piensa que lo ha utilizado burlándose incluso de él...
Moraleja: Cada uno ha de ser como es, tal cual, auténtico...si hay aceptación fantástico, si no pues...apaga y vámonos!!!
Ahí está la esencia o la pregunta que siempre me hago y es: ¿es mejor amar o ser amado? Si sabes cual es la respuesta entenderás el porqué del "sacrificio"...
ResponderEliminarFíjate Emejota que eso no lo tenía claro ni Hamlet cuando se planteó lo del "ser o no ser". Si "eres" y te rebelas corres el riesgo cierto de desaparecer y si no lo haces, si no "eres" entras en el juego diabólico de jugarte aquello que quieres. Ese es el planteamiento y estoy de acuerdo con Hamlet en que nuestra debilidad nos hace mover en la duda permanente.
ResponderEliminarYo hace tiempo que tengo claro lo que es mejor si amar o ser amado y bajo ese mismo criterio vivo. Se pierde, se gana,se sufre, se disfruta, y te sientes vivo. Sea como fuere, amar o dejarse amar, es mejor y menos dolorosos que desconocer el amor en cualquiera de sus formas, maneras, estilos...
ResponderEliminarPero evades la pregunta CHARO ¿es mejor amar o ser amado? ¿o acaso tu respuesta es que lo bueno es vivir el amor? Pero me asalta una duda, ¿cómo se puede saber una cosa sin haber vivido la opuesta?
ResponderEliminarMira Fotins, yo he vivido el amor amando y siendo amada a la vez. También me han amado sin amar yo. Y he amado sin ser amada. A la conclusión que he llegado, amar y ser amada a la vez es dificil de encontrar y dura poco. Así que opto por amar, que yo lo decido, porque ser amada tampoco depende de mi.No sé si esto responde a tu pregunta.
ResponderEliminarQué historia tan triste!!! O qué hermosa!!!??? No sé!? Para amar se debe amar siendo uno mismo, nunca llegar a ser lo que uno cree que quiere el otro que sea pero... es tan difícil a veces saber frenar y verlo? Convertirnos en algo que no somos y por defecto dejar de ser ya el deseo del otro!!! Qué gran error y muy común a la vez!!!. Pasa hasta con la amistad, cuando más te preocupas y más crees que haces por la persona se sienta querida y arropada menos se aprecia o menos atención recibes,..., probablemente la razón sea que las personas nos acostumbramos a que sea lo normal y nos acomodamos, transformando un valor único y exclusivo en algo monótono y vulgar (sin valor especial).
ResponderEliminarAh! sobre ... Qué es mejor amar o ser amado? Según el valor que le demos en la balanza. Qué pesa más? dependerá de tantos factores que no se puede escoger... la perfección es amar y ser amado por la persona amada pero quizás... eso es casi imposible y si existe, no es eterno, sólo momentos que se cruzan y coinciden, después la intensidad de los sentimientos de cada uno de los amantes que finalmente se descompensa,.., Pq? porque somos diferentes, todos somos diferentes y vivimos la vida de forma distinta. Pienso que es mejor amar aunque sea doloroso en más de una ocasión, si amas, la intensidad y calidad de los sentimientos se magnifican y se multiplican por infito y vives un sueño feliz por instantes. Por otro lado, ser amado sin amar a la persona sólo te compesa momentos (por el propio ego y por la necesidad constante de sentirnos amados y arropados desde que nacemos) y no te llena con total plenitud tu ser y corazón!!! Volviendo a la esencia de la historia, pobre hombre y pobre mujer, el uno por sentirse tan desgraciado y no ser capaz de ver que por muy imposible y risorio que parezca, puede existir una persona que lo ama tanto que es capaz de hacer cualquier barbaridad como perder su personalidad y dignidad por él (quizás en este mundo hay una media naranja para cada uno y no siempre la conocemos) y la otra,la mujer, Ella, por ser tan vulnerable y tener tan frágil su personalidad y amar sin consciencia,..., en fin. FOTINS, muy buena la historia y la idea. Es un extremo o ridiculización de lo que somos capaces de hacer las personas.
ResponderEliminarPor favor, que alguien rompa el hielo!!!!! Qué en los últimos comentarios han quedado los míos!!!!!! Por cierto FOTINS, siempre buscas imagenes acorde con las historias pero en este caso, está claro que le hombre no es el hombre que no se gusta... está ... benne!!! no? Ese cuerpo chicas, no?? jeje!!!! Era simplemente romper este silencio!!! Valoro tus relatos y mucho. Quiero más!!!!
ResponderEliminarResponde CHARO responde y, además, creo que es mejor amar que ser amado, aunque sea un mayor riesgo tu decides (¿o no?) a quién y cómo amar...
ResponderEliminarNo decides a quién, pero si cómo y hasta dónde, eso es suficiente.
ResponderEliminarComo siempre Heidi muchas gracias por tus palabras y tus ideas tan detalladamente expresadas. Te confesaré algo sobre las fotos aunque eso sea, para alguien como yo, como revelar la fórmula de la coca-cola: el título es el hombre al que no le gustaba su cuerpo y que a él no le gustase no quiere decir que no le gustase a l@s demás. Tal vez ahí es donde reside la idea del relato. Y es que somos tan exigentes con nosotros mismos... ;)
ResponderEliminar¿Cómo y hasta dónde? ¡Que afortunada eres pudiendo controlar!
ResponderEliminarTambién tienes razón, creo que me he emocionado y he pecado de optimista;)) Lo que si decido es lo que quiero arriesgar por él (o no)
ResponderEliminarSigues siendo afortunada en conservar el poder de decisión :)
ResponderEliminarLas decisiones en el amar, te las da el corazón y no la razón, así que no están tan controladas como quisiéramos. Lo que el decide es lo que suele mover el resto del cuerpo y lo que lo sostiene.
ResponderEliminarPos sí! Tienes razón FOTINS! Esa es la esencia!!!
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