... del yo disfrazado de nosotros.
Y se harta del huracán de los susurros que ceden a la ligereza
de la brisa.
Y se hastía de los te quiero comprometidos en la borrachera
del orgasmo.
Y se aburre de escribir capítulos
en historias que se repiten.
Y se llega a saciar de la decepción que supone el llenar su vacío de mas vacío.
Y se fatiga de caer y
volver a levantarse en atajos que no llevan a ninguna parte.
Y se satura de romperse
en mil pedazos para recomponerse con unas piezas que nunca más volverán a encajar.
Y se rinde ante la evidencia de las palabras huecas.
Y de acabar una realidad para volver a empezar otra quimera.
Y se asquea de perseguir una mentira cargada de reproches de ida y vuelta.
Y uno se agota de sostener
la esperanza propia y ajena.
Por eso es necesario pararse en el camino, tomar aire, coger
la brújula y esperar a que marque de
nuevo la dirección de mi vida.
Dentro de tanto hastío, de tanto tedio, personalmente creo que esa decisión es la mejor, pero siempre teniendo muy presente que debemos ser nuestras propias brújulas.
ResponderEliminarUn petó
Si te entiendo... también me he sentido así, tal vez, ayer, quizá hoy mismo... a veces siempre...
ResponderEliminarBeso solidario, de este no me canso
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminarQuizás se cansaría menos si todo eso fuera sincero y no forzado para subirse el ego en una carrera que no lleva a ninguna parte si no es sincero el sentimiento y todo ello que en su nombre se hace.
ResponderEliminarSólo te digo que hoy en este relato me he sentido en parte identificada en mi propia historia... también cansada y hastiada. Reinventarse, resurgir y volver a vivir... esa és una posible solución. Como siempre... me ha gustado.
ResponderEliminar¡Quién nos iba a decir que acabaríamos transmutándonos en brújulas! ¡Y hasta marcaremos el norte y todo! (como está mandado :))
ResponderEliminarHay besos, ELIZABETH de los que no te cansas nunca... aunque sean virtuales y transoceánicos. Observo que sigues mejor que siempre mi querida amiga.
ResponderEliminarFíjate que para desentrañar todo tu párrafo CHARO solo hace falta definir qué quiere decir "todo eso". Una vez sepa que es, todo adquirirá un sentido.
ResponderEliminarTodo tiene un límite Reina de Corazones todo, incluso reinventarse y resurgir, incluso hartarse de estar harto.
ResponderEliminarNo me deprimas más de lo que ya estoy. Harta estoy de estar harta. Siempre hay la esperanza de empezar o pseudoempezar a vivir de nuevo. Cuál és mi límite? Pienso que igual lo sobrepasé hace tiempo. Bien Fotins, después de la tormenta llega la calma, aunque en ocasiones sé alargue. Adelante!
ResponderEliminarMe encanta lo de "Yo disfrazado de nosotros"... De lo demás ya sabes lo que opino, hace casi una década que hablamos de lo mismo.
ResponderEliminarSé tú mismo, vive sin pensar qué dirán los demás.
Petons
Transmutarnos no Fotins, ya somos brújulas y los valores siempre marcan el norte.
ResponderEliminarPues como me he vuelto sincero en los últimos diez minutos te diré, Abril que hay "demás" que si me importa lo que piensen. Son a los que no les importa que sea yo mismo. ;)
ResponderEliminarP.S. ¿Diez años ya?Por eso me parecía que empezaba a tener la boca un poco seca.
¡Vaya! Y yo creyéndome de carne, hueso relleno de agua. Bueno dime ¿me puedo pedir el sur? Es que allí se está más calentito...
ResponderEliminarClaro que si Fotins, cada uno escoge su propio norte, aunque este se llame sur.
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