domingo, 9 de diciembre de 2012

¿Quién empieza primero? (Capítulo I)





Aurora está recién divorciada o al menos eso es lo que dice un papel del juzgado que detalla una a una las reglas en las que se basará el juego de su vida de ahora en adelante. Después de casi dieciocho años de matrimonio se encuentra con el juicio de un pasado, la incertidumbre de un presente y el descubrimiento del futuro.  Todo eso que administrar y, además, en libertad.

Aurora mantiene una relación desde antes de su divorcio con Andrés, un hombre casado y con vocación y devoción de permanecer en ese estado. Él no fue la causa de su ruptura aunque si el asidero con el que llegó a puerto cuando naufragó su matrimonio. Ahora, arribada al muelle, la figura de Andrés ha perdido el sentido que tuvo en aquella tortuosa travesía. Aurora busca ese pedazo de vida que le hurtaron los años de unión, pide y proclama a los cuatro vientos que le devuelvan los almanaques que prestó al cuidado de su marido, al de  sus hijos y a la lealtad de una causa común frustrada. Andrés, que además de años le separa un mundo de Aurora, sabe que no existe ninguna oficina de reintegro del tiempo perdido y que a lo máximo que puede aspirar es a ser protagonista de su existencia. Y también sabe que es necesario vivir para contarlo, engañarse para descubrir que los ciclos se repiten y que no hay más verdad que la de los propios sentimientos defraudados. La maldita, perversa y tozuda experiencia.

 Aurora no es ajena a los cantos de sirena. A ella, una joven mujer madura al que se suma el atractivo de su descaro, le cantan con frecuencia y ella deja que suenen por si alguna música puede bailarla en compañía. La de Andrés es  agradable pero porqué conformarse habiendo tantas y tan variadas.

8 comentarios:

  1. Ese digo yo, para que conformarse con una canción que quizás ni nos satisfaga el ritmo, teniendo todo un repertorio con distintos ritmos.

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  2. Se conforma con la de Andrés por eso...porque es agradable.

    A.

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  3. ... sobre todo CHARO con tanto músico suelto por ahí.

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  4. Si es que Anónimo quién no se conforma es porque no quiere :)

    P.S. Mundo de conformistas que es este.

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  5. No menosprecies al que se conforma, puede ser que sea alguien que sepa apreciar.

    A.

    P.D. Eso dicen...yo una vez conocí a uno.

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  6. No creo haberlo menospreciado al contrario, lo he destacado escribiendo sobre él. Creo que el verbo "apreciar" es demasiado ambiguo, por su amplitud. Deberías haber puesto un sustantivo a continuación tal como "lo bueno" "lo vulgar" "lo malo"...

    P.S. Suerte de ti que conociste a uno. Yo, en cambio, conocí a varias.

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  7. Apreciar en su acepción de "reeconocer y estimar el mérito de alguien o de algo"...le sobra "lo bueno" "lo vulgar" "lo malo" ;)

    A.

    P.D. No es cuestión de suerte, es cuestión de años, y tú tienes algunos más que yo.

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  8. Y por lo que veo los años me han hecho un escéptico para con mis semejantes. A veces pienso que no sé porque los llamo semejantes si somos tan diferentes... biológicamente hablando, claro.

    P.S. Si le pones tiempo a la probabilidad de que ocurra algo, eso se llama estadística... Por cierto eres muy, pero que muy amable recordándome la edad. En realidad soy un rayo de luz para mis "semejantes", tienen la esperanza que cuando crezcan podrán parecerse a mi...

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