lunes, 2 de diciembre de 2013

Comunicación incomunicada




Desde hace años cada día cojo el transporte público para ir a trabajar y es curioso cómo han ido variando las costumbres de los que viajamos en él. Antes subías al metro o al autobús y a fuerza de verte cada día con las mismas personas acababas saludándolas e, incluso, hablando de cualquier cosa en el trayecto al trabajo. Se forjaban amistades, se criticaba  a quién no te gustaba, se lanzaban miradas a la chica que te atraía con la esperanza de capturar las suyas. De alguna forma nos comunicábamos aunque fuese en el reducido ámbito de un vagón de metro o  autobús.  La llegada del teléfono móvil empezó a transformar nuestros hábitos. Aprovechábamos ese trayecto para realizar la llamada al trabajo diciendo que llegábamos tarde porque nos encontrábamos en un atasco  o para decirle a la parienta que no iríamos a comer a casa a mediodía, como si no pudiésemos esperar a llegar a la oficina y telefonerar desde allí. Cualquier cosa que nos ocurría por muy trivial que fuese debía ser comunicada al instante. Era la época de la comunicación indiscriminada y sin filtro. La evolución y proliferación de los artilugios móviles cada vez más sofisticados nos ha llevado al fenómeno contrario a lo que en origen pretendían los aparatitos. Nos ha llevado a la incomunicación. Hoy, cuando subes a un transporte público lo primero que todos hacemos es echarle una ojeada al Iphone o al android para jugar una partida al apalabrados con un oponente aleatorio o para leer mensajes de un grupo con el que nos es imposible mantener el hilo de la conversación. Ya no saludamos a quién nos acompaña en el autobús o en el metro, ni lanzamos miradas a la chica que está dos asientos más adelante, más que nada porque tiene sus ojos fijos en la tablet. Ni tan siquiera nos criticamos. Hay silencio solo roto por el chirriar de las vías del metro o por los frenos hidráulicos del autobús. Ha llegado un momento en que nos podemos comunicar con el Universo entero y, sin embargo, nos hemos vuelto incapaces de hablar con nuestro vecino.

8 comentarios:

  1. Pues en mi ciudad aún nos saludamos, ojalá no se pierda esa costumbre. besos fotógrafo querido.

    ResponderEliminar
  2. La tecnología avanza a pasos agigantados y nosotros creemos tener el control; pero no es así.
    Y si, todavía hay lugares donde el saludo es un hábito y sobretodo agradecido. Me encanta. Y me encanta también cuando la persona cercana a mi en la cafetería comparte el diario y lo comenta, y se habla aunque sea del tiempo... El sonido de la palabra te hace sonreír en un día gris.

    ResponderEliminar
  3. En mi ciudad, querida Eli, también nos saludamos, nos felicitamos por los cumpleaños, las navidades y el nuevo año aunque nos importe un pimiento otra respuesta que no sea la adecuada... :)

    ResponderEliminar
  4. Llámame antisocial o asocial pero a mi, que me comenten las noticias del diario o me confirmen el tiempo que hace, como que prefiero que se lo ahorren. Me gustaría, eso si, que las personas nos acercásemos explicándonos lo que realmente necesitamos: engañar a nuestra soledad.

    ResponderEliminar
  5. Eso estaría bonito...pero un rompehielo con un saludo aunque sea para decir "que frio hace hoy" puede ser ese puente para sentir el "caliu" del inicio del engaño de la soledad (como tu dices). Todo debe iniciar de alguna manera (digo yo)

    ResponderEliminar
  6. Me aburre soberanamente, de veras. La estulticia puede conmigo y, por eso, huyo como gato escaldado. Prefiero la soledad, al menos ella no me engaña.

    ResponderEliminar
  7. Entonces, querido Fotins, en qué quedamos en que te gusta la soledad absoluta o que alguien de vez en cuando te diga " Buenos diasss, cómo estás? Va todo bien? Te sientes bien en el trabajo? Y la familia? El amor tranquilo no?... Me alegro mucho de que estés bien (Y una vez contestadas las cuestiones)...Ya sabes, si necesitas algo me llamas"
    Además, cuando esa misma persona te pregunta con verdadero interés, con sinceridad... ¿No te gusta? Y a mí que me encantaría que me dijesen eso de vez en cuando lo malo es que "D'on no n'hi ha no en raja ;(

    ResponderEliminar
  8. Com m'agrada aquesta frase Abril, sempre ha estat de les meves preferides.
    Creo que si además sucede como dice Abril con verdadero interes y sinceridad eso se nota a tres leguas y sinceramente eso es "caliu"

    ResponderEliminar