MAYO FRANCÉS (1ª PARTE)
El humo de los neumáticos quemados se mezclaba con el olor de la pólvora y el sudor. Los estudiantes levantaban barricadas con lo que encontraban a su paso: coches, muebles, piedras. Algunos lanzaban cócteles molotov contra las fuerzas del orden, otros gritaban consignas revolucionarias. Entre ellos estaba Pierre, un joven filósofo que había abandonado la Sorbona para unirse a la lucha. Pierre no creía en Dios, ni en el destino, ni en la historia. Solo creía en la libertad humana, en la capacidad de elegir y actuar. Y había elegido estar allí, en medio del caos, para cambiar el mundo o morir en el intento.
De pronto, una explosión sacudió el aire. Pierre se giró y vio a un policía caer al suelo, envuelto en llamas. Un grupo de estudiantes se acercó corriendo y lo pateó con furia. Pierre sintió una punzada de horror y compasión. ¿Qué culpa tenía ese hombre de las injusticias del sistema? ¿No era también un ser humano, condenado a la libertad y a la angustia? Pierre se apartó de la multitud y buscó con la mirada a su novia, Simone. Ella era una estudiante de literatura, admiradora de Sartre y Beauvoir. Se habían conocido en una conferencia sobre el existencialismo y desde entonces no se habían separado. Pierre la encontró al otro lado de la calle, junto a una pancarta que decía "Prohibido prohibir". Ella le sonrió y le hizo un gesto para que se acercara.
Pierre dudó un instante. ¿Debía ir con Simone o quedarse con los demás? ¿Qué era más importante, el amor o la revolución? ¿Qué haría Sartre en su lugar? Pierre recordó una frase del filósofo: "El hombre está condenado a ser libre; porque una vez arrojado al mundo, es responsable de todo lo que hace". Pierre se dio cuenta de que no había una respuesta correcta o incorrecta, solo una elección. Y tenía que asumir las consecuencias de su elección. Pierre respiró hondo y cruzó la calle hacia Simone. Ella lo abrazó y lo besó con pasión. Pierre sintió que nada más importaba en ese momento. Que solo existían ellos dos y su libertad.
Pierre sintió que nada más importaba en ese momento que Simone y su amor. Se olvidó de la violencia, de la política, de la filosofía. Se olvidó de sí mismo y de su libertad. Solo se sintió a sí mismo y a Simone.
Pero Simone no se olvidó de todo lo demás. Simone seguía siendo consciente de lo que ocurría a su alrededor, de lo que significaba estar allí, de lo que implicaba su elección. Simone seguía siendo fiel a sus ideales, a sus valores, a su compromiso. Simone seguía siendo libre.
Y por eso, cuando vio que un policía apuntaba con su arma hacia ellos, no dudó en empujar a Pierre y ponerse delante de él. Y por eso, cuando el policía disparó, fue ella la que recibió la bala en el pecho. Y por eso, cuando cayó al suelo, sangrando y agonizando, fue ella la que le dijo a Pierre:
- Te quiero... pero no te pertenezco.
Pierre se quedó paralizado, sin poder creer lo que acababa de pasar. Sin poder creer lo que acababa de perder. Sin poder creer lo que acababa de escuchar. Pierre se arrodilló junto a Simone y la tomó entre sus brazos. Quiso decirle algo, pero no encontró las palabras. Quiso hacer algo, pero no encontró la fuerza. Quiso vivir algo, pero no encontró el sentido.
Y así fue como Pierre y Simone se despidieron y se separaron para siempre. Se fueron a mundos distintos, donde nadie los juntara ni los comprendiera. Se sintieron parte del mundo por un momento y solo se sintieron a sí mismos.
Pero el mundo no se sintió parte de ellos. El mundo seguía girando y cambiando. Los estudiantes seguían luchando y resistiendo. Los policías seguían disparando y matando. La revolución seguía avanzando y retrocediendo.
Y pronto llegó el final del sueño. El final del mayo francés.
Pero no el final de su historia.
"Amar es permitir. El amor es permitir que la gente sea libre. Dejas la puerta de la jaula abierta y si el pájaro realmente te ama, vuelve contigo. Esa es la única clase de amor que vale la pena tener" (Ruth Rendell, dejó su pluma o su ordenador el 2 de mayo de 2015 después de haberse casado dos veces con el mismo hombre... en el intermedio matrimonial dijo no haber encontrado otro mejor que él. Lo que hace la costumbre)
El 2 de mayo de 2020, con 30 años, se fue a actualizar el amor al otro lado de la puerta. Vosaltres buscar i provar i, si trobeu alguna cosa que us agrada, repetir. Bona nit i petons i abraçades per a tots/tes.
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