EL MARTILLO Y LA POESÍA

La lluvia golpea implacable contra la ventana mientras yazco en la penumbra de mi habitación, contemplativo. Los sonidos de la ciudad se sumergen en un caos indescifrable. Mis recuerdos evocan creaciones fugaces que ya carecen de significado. Un olvidado martillo yace en la mesa, involuntario testigo de la utilidad que se me ha escapado. 

En el mundo utilitarista, un martillo vale más que una sinfonía, un cuchillo más que una poesía, una llave inglesa más que un cuadro: es fácil apreciar la eficacia de una herramienta; cada vez más difícil comprender la música, la literatura o el arte.

Pero en este instante apacible, en el silencio entre dos gotas colgantes, reconozco que la mirada implacable de la eficiencia se desliza ante la musa etérea de la inspiración. El martillo yacerá ahí, impasible, testigo mudo de nuestro paso. Mientras un poema escrito hace una década despierta aún una nota melancólica en el recuerdo de alguien, como un suspiro en el tiempo. 

¿Qué tiene más valor? La pregunta se desvanece: ahora nosotros decidimos su valor. Agarro el olvidado martillo y me dirijo bajo la lluvia para construir con mis manos algo que posea un sentido más allá de la mera funcionalidad. Los versos desfilan por mi mente mientras golpeo con ritmo, componiendo una melancólica melodía existencial con mis herramientas.

"En el universo del utilitarismo, en efecto, un martillo vale más que una sinfonía, un cuchillo más que una poesía, una llave inglesa más que un cuadro: porque es fácil hacerse cargo de la eficacia de un utensilio mientras que resulta cada vez más difícil entender para qué pueden servir la música, la literatura o el arte" (Nuccio Ordine, un filósofo y profesor que reivindicaba -como much@s lo hacemos- el valor de las humanidades frente a la constante mercantilización de las cosas. Hoy pasó a la habitación de al lado a los 64 años)

Y que cumplas muchos más de los 34 de hoy... entre porras y esposas canta su éxito musical. I com veureu avui m'ha donat l'idea en Nuccio Ordine que s'ha tingut que morir perque jo escribís el relat. I que ploure una mica, es clar.