GRUPO WAGNER, VOLAMOS HACIA MOSCÚ
Los hombres de Wagner eran duros. Sabían lo que era la guerra. Habían luchado en Siria, en Libia, en Centroáfrica. Allí donde hubiera dinero y sangre, allí estaban.
Putin los había contratado para acabar la guerra en Ucrania. Los oligarcas pagaban bien, muy bien. Pero ahora los negocios se hundían. Las sanciones occidentales les habían cortado las alas. Ya no podían pagar lo prometido.
Los hombres de Wagner se reunieron. Habían derramado su sangre por rublos que nunca llegarían. Se sentían traicionados. ¿Qué honor tenía morir por promesas vacías?
Uno de ellos había hablado con un hombre del otro bando. Le habían ofrecido más dinero del que nunca vieron. Dinero de verdad, que se podía contar y oler. A cambio debían traicionar a quien los traicionó.
La decisión fue fácil. Había que sobrevivir. Y la venganza, aunque tardía, también era dulce.
Se pusieron en marcha de noche. Avanzaron rápido, sin piedad. Los pocos que intentaron detenerlos murieron. Nada se interpondría en su camino.
Cuando el sol salió de nuevo, estaban a las afueras de Moscú. Putin despertó para encontrarse con la pesadilla en su puerta. Los hombres de Wagner habían vuelto. Y esta vez iban por él."Guerra: Desatar con los dientes un nudo político que no se puede deshacer con la lengua“ (Esta frase está en el "Diccionario del Diablo" de Ambrose Bierce, uno de mis frasólogos preferidos y recomendable para leer en cualquier tiempo por su actualidad a pesar de que el autor naciera el 24 de junio de 1842 y lleve más de 80 años amenizando a l@s de la habitación de al lado)
Y que cumplas muchos más de los 62 de hoy. El Prigozhin, que és el que mes cobra del grup de mercenaris Wagner, ha aprofitat la revetlla de Sant Joan per a muntar la seva pròpia foguera. Per mi es podrien cremar tots en ella.
No hay comentarios:
Publicar un comentario