TESEO Y EL MINOTAURO: EL HÉROE QUE VENCIÓ AL MONSTRUO
Teseo se había embarcado en la nave negra que llevaba a los jóvenes atenienses destinados al sacrificio. Cada nueve años, el rey Minos de Creta exigía que se le enviaran siete muchachos y siete doncellas para alimentar al monstruoso Minotauro, mitad hombre y mitad toro, que habitaba en el laberinto construido por el ingenioso Dédalo. Teseo, hijo del rey Egeo de Atenas, se había ofrecido voluntario para ir como uno de los tributos, con la intención de matar al Minotauro y liberar a su pueblo de la cruel opresión.
Al llegar a Creta, Teseo fue conducido al palacio de Minos, donde conoció a la hermosa Ariadna, hija del rey y hermana del Minotauro. Ariadna se enamoró de Teseo al instante y le reveló el secreto para escapar del laberinto: le dio un ovillo de hilo que debía atar a la entrada y desenrollar a medida que avanzaba por los tortuosos pasillos. Así podría encontrar el camino de vuelta una vez que hubiera dado muerte al monstruo.
Teseo siguió el consejo de Ariadna y entró en el laberinto con el hilo en la mano. Caminó durante mucho tiempo, sorteando trampas y esquivando sombras, hasta que al fin llegó al centro, donde se hallaba el Minotauro. El ser era terrible de ver: tenía el cuerpo de un hombre musculoso y velludo, pero la cabeza de un toro furioso, con cuernos afilados y ojos rojos. Rugió al ver a Teseo y se lanzó contra él con las fauces abiertas.
Teseo esquivó el ataque y sacó su espada. Se entabló entonces una fiera lucha entre los dos contendientes, que se golpeaban y herían con fiereza. El Minotauro era más fuerte y más grande que Teseo, pero este era más ágil y más astuto. Al final, Teseo logró clavarle la espada en el corazón al Minotauro, que cayó al suelo con un estertor. Teseo levantó el arma ensangrentada y gritó victorioso.
Siguiendo el hilo de Ariadna, Teseo salió del laberinto y se reunió con la princesa, que lo esperaba ansiosa. Juntos huyeron del palacio y se embarcaron en la nave negra, junto con los otros jóvenes atenienses que habían sobrevivido al horror. Ariadna le pidió a Teseo que la llevara con él a Atenas, pues no quería volver a ver a su padre ni a su hermano muerto. Teseo accedió y le prometió amor eterno.
La vejez es la pérdida de la curiosidad" (José Martínez Ruíz, nacido el 8 de junio de 1873 y más conocido como Azorín. A pesar de haber vivido hasta 1967, nunca fue viejo)
Y que cumplas muchos más de los 72 de hoy y consigas que jamás se te eclipse el corazón. Que ha de ser el més semblant a un col·lapse cardíac no?
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