DE CÓMO UNA PLEBEYA SE CONVIRTIÓ EN AMANTE REAL
Ah, la Francia del siglo XVIII, un lugar donde el perfume del lujo se mezclaba con el hedor de la decadencia, y donde la nobleza era tan superficial como las joyas que lucían. Pero no hablemos de eso, hablemos de nuestra heroína, Madame du Barry, o como se le conocía en su infancia, Jeanne Bécu, hija de una costurera y, por lo tanto, más plebeya que un pan de barra.
Para ser cortesana en ese entonces, no bastaba con tener una cara bonita y un cuerpo voluptuoso; no, necesitabas también un título nobiliario. Como si colgar un pedazo de pergamino en la pared pudiera convertir una rata de alcantarilla en un gato persa.
Pero Madame du Barry era una mujer de recursos. Se convirtió en amante del conde de Richelieu, un hombre muy influyente con una debilidad por las mujeres bonitas y las influencias en la corte. A través de él, conoció al conde de Barry, quien, a cambio de ciertas promesas, acordó casarse con ella y hacerla condesa. Ah, la nobleza, siempre dispuesta a vender su alma por un poco de influencia.
Pero había un problema. Para ser la amante oficial del rey Luis XV, necesitaba ser presentada a él por una madrina, prefiriendo una que no fuera conocida por sus chismes y escándalos. Pero quién querría asociarse con una mujer de dudosa reputación y ascendencia plebeya... a menos que, por supuesto, se le ofreciera un precio lo suficientemente atractivo.
Finalmente, Madame de Béarn accedió a ser la madrina, aunque se podría decir que lo hizo con la misma alegría con la que uno acepta una cita con el verdugo. Sin embargo, en el último momento, se arrepintió, dejando a nuestra heroína en la estacada. Uno puede imaginarse a Madame du Barry, vestida con su mejor atuendo, esperando en vano a su madrina. Una vez, dos veces, tres veces... Oh, el drama!
Pero, al final, Madame du Barry fue presentada al rey, y se convirtió en su amante oficial. Y así, una plebeya ascendió a las alturas de la corte francesa, demostrando, una vez más, que en el juego del amor y la influencia, siempre gana quien tiene la audacia para jugar. Y si eso no es una lección para la historia, no sé qué lo es.
"Lo que mejor tiene la generosidad, dicen los que saben de esto, es que el más gratificado es uno mismo" (José Luis Balbín, hoy hubiese cumplido 83 años, pero llegó hasta los 82 y nos dejó ´las claves´ de muchas incógnitas que aún hoy tenemos)
Y que cumplas muchos más de los 37 de hoy. Y algo más: no guardes los corazones en un frasco. No sirven para nada. Madame du Barry va néixer el 19 d'agost de 1743, així que els que hagin volgut veure paral·lelismes amb algun episodi de la història recent doncs... no s'equivoquen! Bona nit
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