POR AMOR AL DINERO
- ¿Estás seguro de que estas cartas son auténticas? - preguntó Van der Meijden a uno de sus periodistas, Pieter Koster, que había sido el encargado de obtener las pruebas.
- Absolutamente - respondió Koster con seguridad -. Las he conseguido gracias a un contacto que tengo en Washington. Es un alto funcionario del Pentágono que está implicado en la investigación sobre los sobornos de Lockheed a varios países. Me ha dicho que estas cartas son parte del material que han recopilado y que están dispuestos a compartir con las autoridades neerlandesas.
- ¿Y cómo sabes que no te está engañando? - insistió el director.
- Porque he comprobado la veracidad de las cartas con varios expertos en grafología y en historia contemporánea. Todos coinciden en que se trata de la letra y la firma del príncipe Bernardo. Además, los hechos y las fechas que se mencionan en las cartas coinciden con los registros oficiales.
- Bueno, pues entonces no hay duda - dijo Van der Meijden -. Tenemos que publicar esto cuanto antes. Es nuestra obligación como periodistas informar al pueblo neerlandés de lo que está pasando en su casa real.
- Estoy completamente de acuerdo - afirmó Koster -. Pero hay algo más que debes saber.
- - ¿Qué es?
- Que no somos los únicos que tenemos estas cartas.
-¿Cómo? ¿Qué quieres decir?
- Que hay otro periódico que también las ha conseguido y que tiene intención de publicarlas mañana mismo.
- ¿Qué periódico?
- El Volkskrant.
Van der Meijden sintió un escalofrío al escuchar el nombre del rival más directo y más prestigioso de su periódico. El Volkskrant era un diario progresista y crítico con la monarquía, mientras que De Telegraaf era conservador y monárquico. Si el Volkskrant se adelantaba a ellos, no solo les quitaría el mérito de la exclusiva, sino que también les acusaría de encubrir al príncipe Bernardo y de traicionar al pueblo neerlandés.- ¿Cómo lo sabes? - preguntó Van der Meijden con angustia.
-Porque he hablado con uno de sus periodistas - confesó Koster -. Se llama Jan van der Linden y es un viejo amigo mío. Estudiamos juntos periodismo en la universidad y desde entonces mantenemos el contacto. Él me llamó esta tarde para contarme que tenía las cartas y que iba a publicarlas mañana. Me dijo que me lo decía como amigo, para que no me pillara por sorpresa.
-¿Y tú qué le dijiste?
- Le dije que yo también las tenía y que iba a publicarlas mañana. Le propuse que las publicáramos juntos, como una colaboración entre los dos periódicos, pero se negó. Me dijo que el Volkskrant no quería compartir la gloria con el Telegraaf y que además tenía una visión diferente de la historia. Me dijo que ellos iban a enfocarla como un ataque a la monarquía y como una oportunidad para instaurar una república.
- ¿Y qué piensas tú de eso?
- Yo pienso que la monarquía es una institución anacrónica y antidemocrática, que no tiene sentido en la época actual. También que el príncipe Bernardo es un individuo corrupto y desleal, que ha manchado el honor de su país y de su familia. Creo que debe ser juzgado por sus actos y que la reina Juliana debe renunciar al trono si quiere salvar su reputación.
- Pues yo pienso lo mismo - dijo Van der Meijden -. Pero no podemos dejar que el Volkskrant nos gane la partida. Tenemos que adelantarnos a ellos y publicar las cartas esta misma noche.
- ¿Esta misma noche? - se sorprendió Koster -. ¿Es posible?
- Claro que es posible - afirmó el director -. Solo tenemos que llamar a la imprenta y pedirles que paren las máquinas. Luego tenemos que rehacer la portada y las páginas interiores con la exclusiva. Y finalmente tenemos que distribuir los ejemplares por toda la ciudad antes del amanecer.
- ¿Y crees que podremos hacerlo?
- Por supuesto que podremos - dijo Van der Meijden con determinación -. Somos el Telegraaf, el periódico más grande y más influyente de los Países Bajos. Tenemos los recursos, el talento y la voluntad para hacerlo. Y sobre todo tenemos la verdad de nuestra parte.
- Pues entonces, manos a la obra - dijo Koster con entusiasmo.
EL ESCÁNDALO REAL
El Telegraaf revela las cartas que prueban que el príncipe Bernardo recibió 1,1 millones de dólares de Lockheed
La reina Juliana amenaza con abdicar si su esposo es juzgado
Lea las cartas íntegras en las páginas 2, 3 y 4
Y hoy justos 19 años que marchó "a la habitación de al lado" con 52 años dejándonos el poder del amor. I l'efemèride del dia és la pluja. Per fi va aparèixer l'aigua que refresqui una mica terres i consciències esbojarrades.
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