LA RIQUEZA DE MI FAMILIA

Tengo un tesoro que nadie me puede quitar: mis nietas. Son el exponente de mi fortuna y os voy a contar cuál es nuestro tesoro. En primer lugar, desde que nacieron sus padres se comunican con ellas en castellano (muy a mi pesar ya que la lengua de su madre es el catalán), sus abuelos maternos (padrí y padrina) y hermana materna en catalán y sus abuelos paternos (Opa y Oma) en alemán y castellano indistintamente. Además, sus padres decidieron que su enseñanza en la guardería tuviese un fuerte componente en inglés y catalán. Por otro lado, ahora que han empezado la primaria van a un colegio (concertado ¿eh?) que tiene a partes iguales catalán, castellano e inglés. Finalmente, este pasado verano estuvo en su casa para cuidar a mis nietas una “au-pair” que sólo conocía el inglés. Mis adorables nietas tienen 4 y 3 años y entienden y hablan el castellano, catalán, inglés (el alemán les cuesta más, pero lo entienden) con quién les habla en esos idiomas y sin utilizar el pinganillo. ¿No es increíble? ¿No es maravilloso? ¿No es una riqueza?

Yo creo que sí. Que somos ricos en lenguas, en culturas, en experiencias, en conocimientos, en afectos. Que somos ricos en diversidad, en tolerancia, en respeto, en curiosidad, en apertura. Y es sencillo: solo se trata de abrir la mente.

“Terminó la niñez y caí en el mundo” (Luis Cernuda, 21 de septiembre de 1902, nos describió cuando se nos cayó el mundo encima)

Y que cumplas muchos más de los 64 de hoy y, si, tienes razón: está el mundo como para fugarse. Espero que en un futur sapiguem apreciar que la veritable educació està en el respecte a totes les creences i llengües. Bé, al feixisme que li donin.