AMNISTIAR A CATALUNYA

Las paredes sucias y agrietadas del viejo caserón parecían temblar ante el estruendo de la multitud. Un mar de banderas tricolores inundaba la plaza, mientras el sol de mediodía golpeaba inclemente las nucas enrojecidas.

En el centro, sobre un improvisado tablado, Pedro Sánchez arengaba a la masa con ademanes ampulosos. Su voz ronca retumbaba amplificada por los altavoces, soltando proclamas grandilocuentes que el gentío celebraba con fervor.

-¡Hay que amnistiar a Catalunya! -clamó, y la multitud prorrumpió en vítores.

Junto a mí, el anciano Terenci movió la cabeza  apesadumbrado.

-No lo entiendo -murmuró-. ¿Amnistiar a Catalunya? Eso suena a que han cometido algún delito y hay que perdonarlos.

Reí entre dientes.

-Quizás se le escapó sin pensar. O igual tiene algún significado oculto que se nos escapa -especulé-. Ya sabes cómo son los políticos y su retórica ambigua.

Terenci soltó un resoplido.

-Será eso. Aunque a mí me huele a que le falla la memoria al buen hombre. Lo que debería decir es que hay que amnistiar a los  independentistas, no a toda Catalunya. ¡Como si los catalanes colaboracionistas con el régimen del 78 también necesitaran ser amnistiados!

Asentí en silencio. Los gritos exaltados de la plaza nos envolvieron de nuevo. Terenci tenía razón, el político se había expresado con una ligereza bochornosa. Pero la multitud no reparaba en sutilezas. Embriagados por la grandilocuencia, aplaudían fervorosos sus palabras huecas.

Una ráfaga de viento agitó las telas raídas de las cortinas. El polvo de los siglos se agitó en el interior del caserón. Afuera, la arenga política proseguía, ajena al inexorable paso del tiempo.

"La vida es una serie de colisiones con el futuro; no es una suma de lo que hemos sido, sino de lo que anhelamos ser." (James Boswell, nacido el 29 de octubre de 1740 tuvo un futuro como el que vamos a tener tod@s y que much@s no anhelamos)

Y que cumplas muchos más de los 36 de hoy objetivo que conseguirás teniendo buenos hábitos... o no.  En aquests dies de silencis el baluern dels mítings polítics omplen les nostres vides de frases grandiloqüents. Una d'elles em causa estupefacció més que per la frase en si per la naturalitat amb què es diu i es rep és: “Cal amnistiar a Catalunya”. Avui mateix la hi he sentit dir al mateix president en funcions Pedro Sánchez. Amnistiar a Catalunya? És això un reconeixement que alguna cosa s'ha fet malament amb Catalunya i l'alliberarà de l'opressió?