YOLANDA, LA DISCRETA
La luz mortecina del atardecer se colaba tímidamente por los amplios ventanales del despacho, inundando la estancia de matices anaranjados. Sentada tras la majestuosa mesa de caoba, la candidata de izquierdas revisaba por enésima vez el documento que tenía ante sí. Sus elegantes facciones, habitualmente serenas como la superficie de un lago en calma, delataban en esta ocasión la tensión que embargaba su espíritu.
Tras un profundo suspiro, alzó la mirada y la posó sobre su fiel colaborador, que la observaba expectante desde el otro lado de la mesa.
-Es hora de salir a escena, el teatro aguarda impaciente el próximo acto de esta tragicomedia -murmuró la candidata con una media sonrisa irónica-. Confío en que sabrás representar bien tu papel.
El hombre asintió lacónicamente y se dispuso a seguirla fuera de la estancia.
Minutos después, ante el nutrido grupo de periodistas allí congregados, la candidata pedía discreción sobre las negociaciones para investir un gobierno de izquierdas. Sus palabras resonaban en la sala de prensa como una plegaria, un ruego casi desesperado por preservar la privacidad del proceso. Pero, tras este velo de falsa modestia, se escondía otra realidad bien distinta.
Mientras arengaba sobre la importancia de la mesura y la prudencia, su fiel escudero distribuía sigilosamente entre los informadores un documento con los pormenores de las tratativas. Una pieza clave en el tablero de ajedrez, hábilmente colocada con el único fin de decantar la partida a su favor.
Vanitas vanitatum et omnia vanitas, parecían susurrar las antiguas paredes del palacio que albergaba la sala de prensa. Vanidad de vanidades, todo es vanidad. La candidata sonreía para sus adentros, satisfecha. El siguiente movimiento ya estaba en marcha.
"A cualquier tipo de movilización, la derecha va a presentarla como un equivalente al caos" (Ernesto Laclau, nacido ya a la izquierda del espectro político, el 6 de octubre de 1935 hasta que se fue cantando la Internacional en abril de 2014... o eso dicen)
Y que cumplas muchos más de los 57 de hoy. Deberás de cuidarte un poquito más, pero solo un poco porque sino tus canciones ya no serían lo mismo. I com deia aquell: "no hi ha res més a dir". Bona nit.
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