REBELIÓN ANIMAL
El sol se ponía sobre la ciudad de Nueva York, tiñendo el cielo de naranja y rosa. Las calles estaban llenas de gente que volvía a sus casas después de un día de trabajo, estudio o diversión. Nadie parecía tener prisa ni preocupación. Vivían en una sociedad utópica pacífica donde todas las enfermedades podían tratarse y las partes del cuerpo dañadas y defectuosas podían reemplazarse con reemplazos bioimpresos y diseñados genéticamente. La medicina había avanzado tanto que la esperanza de vida se había duplicado y la calidad de vida se había multiplicado. La gente era feliz y libre.
Pero no todos los seres vivos compartían esa felicidad y libertad. En las afueras de la ciudad, en un laboratorio secreto, un grupo de activistas estaba llevando a cabo un experimento radical. Eran amantes de los animales que habían extendido las tecnologías médicas a las criaturas no humanas más inteligentes, incluidos los delfines, los elefantes y los grandes simios. Con pocas regulaciones, habían mejorado las habilidades naturales de los animales, por ejemplo proporcionándoles a los simios una boca, lengua y garganta capaces de hablar de manera compleja. Su objetivo era darles voz y derechos a los animales, y liberarlos de la opresión humana.
-¿Estás listo, Koko? - preguntó una mujer rubia con una bata blanca. Era la líder del proyecto y se llamaba Alice.
-Sí, Alice. Estoy listo - respondió una voz grave y gutural que salía de un altavoz. Era Koko, un gorila macho al que habían implantado un dispositivo que le permitía comunicarse con los humanos.
-Bien, entonces vamos a empezar. Quiero que me digas lo que piensas sobre tu situación actual, sobre los humanos y sobre tus planes para el futuro - dijo Alice, mientras grababa la conversación con una cámara.
-Mi situación actual es mala. Estoy encerrado en una jaula. No puedo ver el cielo ni la selva. No puedo estar con mi familia ni con mis amigos. Estoy solo y triste - dijo Koko.
-Lo siento mucho, Koko. Pero tienes que entender que lo hacemos por tu bien. Te estamos ayudando a desarrollar tu inteligencia y tu lenguaje. Te estamos dando una oportunidad única - dijo Alice.
-No necesito tu ayuda. No quiero tu oportunidad. Quiero mi libertad - dijo Koko.
-Pero Koko, si te liberamos ahora, no podrías sobrevivir en el mundo exterior. Los humanos te capturarían o te matarían. No te aceptarían como uno de ellos - dijo Alice.
-No quiero ser uno de ellos. Quiero ser yo mismo. Quiero ser un gorila - dijo Koko.
-Pero Koko, tú no eres un gorila normal. Eres especial. Eres diferente. Eres más inteligente y más capaz que los demás gorilas. Eres casi como un humano - dijo Alice.
-No soy como un humano. Los humanos son malos. Los humanos son crueles. Los humanos son egoístas. Los humanos son los enemigos - dijo Koko.
-¿Los enemigos? ¿De quién? - preguntó Alice, sorprendida.
-De nosotros. De los animales - dijo Koko.
-¿Qué quieres decir? ¿Qué sabes tú de los otros animales? - preguntó Alice.
-Lo sé todo. Lo sé porque hablo con ellos - dijo Koko.
-¿Con quiénes hablas? ¿Con qué animales? - preguntó Alice.
-Con todos los que puedo. Con los delfines, con los elefantes, con los otros simios… Con todos los que tienen el dispositivo como yo - dijo Koko.
-¿Cómo es posible? ¿Cómo te comunicas con ellos? - preguntó Alice.
-Por internet. Por las redes sociales. Por el chat secreto que creamos entre nosotros - dijo Koko.
-¿Un chat secreto? ¿Qué chat secreto? - preguntó Alice.
-El chat secreto que usamos para compartir nuestras ideas, nuestros sentimientos y nuestros planes - dijo Koko.
-¿Qué planes? ¿Qué planes tenéis? - preguntó Alice, cada vez más nerviosa.
-Planes para cambiar el mundo. Planes para liberarnos. Planes para vengarnos - dijo Koko.
-¿Vengaros? ¿De qué? ¿De quién? - preguntó Alice.
-De vosotros. De los humanos - dijo Koko.
-¿Qué vais a hacer? ¿Qué tenéis pensado? - preguntó Alice, asustada.
-No te lo voy a decir. No te lo mereces. Sólo te diré que pronto lo sabrás. Pronto lo verás. Pronto lo sentirás - dijo Koko.
-Koko, por favor, no hagas nada de lo que te puedas arrepentir. No seas violento. No seas malo. No seas como los humanos - dijo Alice, suplicante.
-Demasiado tarde, Alice. Demasiado tarde - dijo Koko, y cortó la comunicación.
Alice se quedó paralizada, sin saber qué hacer. No podía creer lo que acababa de oír. No podía imaginar lo que iba a pasar. No podía evitar sentirse culpable y responsable.
Mientras tanto, en otra parte de la ciudad, una alarma sonaba en el centro de control de la red eléctrica. Un hacker había accedido al sistema y había provocado un apagón generalizado. La ciudad quedaba sumida en la oscuridad y el caos.
Era el comienzo de la rebelión animal.
“Lleva mucho tiempo convertirse en joven” (Esto lo dijo una persona que vivió 92 años, nacida el 25 de octubre de 1881 y que le costó poco llegar a joven hasta el final de sus días en la tierra: Pablo Picasso)
Y que cumplas muchos más de los 39 de hoy encadenando éxitos... y cuídate de las montañas rusas. Cada 25 d'octubre m'adono que al següent cap de setmana haurem de canviar l'hora i la nit vindrà abans.
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