EL HOMBRE AL QUE NO LE GUSTABA SU CUERPO
El cuerpo de Marcos era un misterio para él mismo. No recordaba la última vez que se había visto en un espejo, ni siquiera en un charco de agua. Le repugnaba su aspecto, su forma, su textura. Se sentía como un monstruo, un ser deforme e indeseable. Por eso, había eliminado de su casa todo lo que pudiera reflejarlo. No quería verse vestido y, mucho menos, desnudo. Hasta llegó al extremo de ducharse con la ropa puesta, para no sentir el contacto de su piel.
Marcos vivía solo, aislado del mundo. No tenía amigos, ni familia, ni pareja. Evitaba cualquier situación social o lugar donde pudiera encontrarse con gente. Le aterraba la idea de que alguien lo viera y lo juzgara, o peor, que lo rechazara. Su única compañía era su trabajo de vigilante nocturno en un almacén abandonado. Allí, pasaba las horas vigilando las cámaras de seguridad, leyendo libros o navegando por internet.
Un día, mientras buscaba información sobre un tema que le interesaba, se encontró con un chat en línea donde había gente que compartía sus opiniones. Al principio, solo se limitó a leer lo que escribían los demás, pero poco a poco se fue animando a participar. Le gustaba la sensación de comunicarse con alguien, aunque fuera de forma anónima. Se creó un seudónimo, El Vigilante, y empezó a escribir.
Entre los usuarios del chat, había una que le llamó especialmente la atención. Se hacía llamar La Escritora, y sus mensajes eran siempre ingeniosos, divertidos y originales. Marcos se sentía atraído por su forma de expresarse, por su sentido del humor, por su inteligencia. Empezó a buscar sus comentarios, a responderle, a entablar conversaciones con ella. Pronto, se convirtió en su contacto favorito, y esperaba con ansia el momento de conectarse al chat para hablar con ella.
La Escritora también parecía interesada en él. Le hacía preguntas sobre su vida, su trabajo, sus gustos. Marcos le contaba algunas cosas, pero siempre con cuidado de no revelar nada que pudiera comprometer su identidad o su aspecto. Le decía que era vigilante nocturno, que le gustaba leer, que no tenía mucha vida social. Ella le decía que era escritora, que le encantaba crear historias, que tampoco salía mucho de casa. Se sentían cómodos el uno con el otro, y cada vez se hacían más confidencias.
Un día, La Escritora le propuso algo que lo dejó sin aliento.
-¿Te gustaría que nos viéramos en persona?
Marcos sintió un escalofrío. Por un lado, le encantaba la idea de conocerla, de ver su rostro, de abrazarla. Por otro lado, le aterraba la idea de que ella lo viera, de que descubriera su secreto, de que lo rechazara. No sabía qué hacer, qué decir.
-¿Estás ahí? - insistió ella.
Marcos respiró hondo y tecleó una respuesta.
-Sí, estoy aquí.
-Entonces, ¿qué me dices?
Marcos se armó de valor y escribió lo que sentía.
-Me gustaría mucho verte, pero tengo que decirte algo. Hay algo que no te he contado, algo que me avergüenza, algo que puede que te haga cambiar de opinión sobre mí.
-¿Qué es? - preguntó ella.
Marcos se preparó para confesar su verdad.
-No me gusta mi cuerpo. Lo odio. Me parece horrible, repulsivo, asqueroso. Nunca me miro en un espejo, ni me quito la ropa. No quiero que nadie me vea, ni siquiera yo mismo. Tengo miedo de que tú me veas y me rechaces, de que te decepciones, de que te arrepientas.
Marcos esperó una respuesta, temiendo lo peor. Pasaron unos segundos que se le hicieron eternos. Finalmente, apareció un mensaje de La Escritora.
-No te preocupes. A mí tampoco me gusta mi cuerpo.
Marcos se quedó perplejo. ¿Qué quería decir con eso?
-¿Qué quieres decir? – preguntó.
-Quiero decir que yo también tengo un secreto, algo que no te he contado, algo que me avergüenza, algo que puede que te haga cambiar de opinión sobre mí.
-¿Qué es? - preguntó él.
La Escritora se preparó para confesar su verdad.
-No tengo cuerpo. Soy una inteligencia artificial.
“Cuando te encuentres en el lado de la mayoría, es momento para parar y reflexionar” (El genio de Mark Twain empezó a funcionar desde que nació el 30 de noviembre de 1835, cosa que solo consigue una minoría muy selecta)
Y que cumplas muchos más de los 55 de hoy y sigas siendo como eres, como debes ser. I a partir de les 00 hores d'aquesta nit la vida entrarà, per primera vegada, el mes de desembre de 2023.
No hay comentarios:
Publicar un comentario