viernes, 1 de diciembre de 2023

 LA CITA


Él sabía que lo que estaban haciendo era incorrecto, pero era incapaz de resistirse. Cada día, a las seis y media, se encontraban en el mismo café. Era su momento de evadir la realidad, de dejar atrás sus problemas y sentirse verdaderamente vivo. Ella era la señora Jones y él su amante.

No se conocían demasiado, solo lo suficiente para saber que se deseaban intensamente. No hablaban de sus vidas, sus familias o sus sueños. Solo se expresaban a través de sus sentimientos, deseos y necesidades. Se tomaban de las manos, se miraban a los ojos y se besaban con pasión. Al sonar su canción favorita en el jukebox, se sentían como si fueran los únicos dos seres en todo el mundo.

Sin embargo, eran plenamente conscientes de que no podían continuar de esa manera. Sabían que tenían sus propias responsabilidades, que no podían abandonar a sus parejas, que no podían correr el riesgo de ser descubiertos. Debían ser sumamente cautelosos, sin permitirse alimentar demasiadas esperanzas o enamorarse profundamente. Cada encuentro podía ser el último.

Y así fue. Un día llegó al café y ella no estaba. Esperó unos minutos, creyendo que quizás se había retrasado, pero ella nunca apareció. Se sintió nervioso, preocupado y decepcionado. Revisó su teléfono esperando encontrar un mensaje suyo, una explicación o una disculpa, pero no había nada. Se levantó, pagó la cuenta y salió del café. Mientras caminaba por la calle, experimentó un hueco en su pecho, una tristeza profunda en su alma y una angustia en su corazón. Se preguntó si volvería a verla, si volvería a escuchar su voz y si volvería a sentir su suave piel. Se cuestionó si ella lo extrañaría, si lo recordaría y si lo amaría.

Jamás lo supo. Nunca volvió a tener noticias de ella. Nunca volvió a verla. Nunca volvió a sentir su presencia. Solo le quedó su canción, el recuerdo de su encuentro y el dolor que lo consumía.

“El amor es una emoción que se alimenta de la ilusión y muere de la realidad.” (Rex Stout, del 1 de diciembre de 1886, estuvo bien alimentado hasta 1975 es que se encontró con la realidad de la muerte)

Hoy hubiese cumplido 89 años, pero se quedó en los 82 y la historia que cuenta en su canción, cumplirá una eternidad. El fet per a festejar avui en aquesta part del món és el que cau per sobre dels nostres caps: la pluja, aquesta amant que ens és tan esquiva.


 

 

 

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