sábado, 9 de diciembre de 2023

LA RUPTURA


-No puedo creerlo. ¿Cómo has podido hacerme esto? – le reprochó Yolanda a Ione, mientras le lanzaba una mirada de decepción.

-Lo siento, Yolanda, pero no tenía otra opción. Tenía que salir de Sumar. Era lo mejor para mí, para el partido y para el país - le respondió Ione, con voz firme pero apenada.

-¿Lo mejor? ¿De qué hablas? ¿No te das cuenta de que has traicionado a tus compañeros, a tus votantes, a tu proyecto? ¿No te das cuenta de que has roto la coalición de izquierdas que tanto nos costó construir? ¿No te das cuenta de que has entregado el gobierno a la derecha? – le espetó Yolanda, con indignación.

-No, Yolanda, no he traicionado a nadie. He sido coherente con mis principios, con mis ideas, con mi visión. He salido de Sumar porque ya no me sentía cómoda, porque ya no compartía la estrategia, porque ya no aguantaba tu autoritarismo - le replicó Ione, con convicción.

-¿Mi autoritarismo? ¿Qué autoritarismo? Yo siempre he sido democrática, participativa, dialogante. Yo siempre he respetado las opiniones de todos, he buscado el consenso, he cedido cuando ha hecho falta. Yo siempre he defendido el interés general, el bien común, el cambio social – le argumentó Yolanda, con orgullo.

-No, Yolanda, no has sido nada de eso. Has sido egocéntrica, sectaria, dogmática. Has impuesto tu criterio, has marginado a los disidentes, has vetado a los críticos. Has antepuesto tu ambición personal, tu protagonismo mediático, tu afán de poder - le acusó Ione, con resentimiento.

-Eso es falso, Ione, completamente falso. Tú sabes que yo no soy así. Tú sabes que yo siempre he sido honesta, humilde, generosa. Tú sabes que yo siempre he luchado por la justicia, la igualdad, la libertad. Tú sabes que yo siempre he querido lo mejor para ti, para nosotras, para nuestro sueño – le confesó Yolanda, con emoción.

-No, Yolanda, no lo sé. Ya no lo sé. Ya no sé quién eres, ni qué quieres, ni qué sientes. Ya no te reconozco, ni te comprendo, ni te quiero. Ya no somos lo que éramos, ni lo que queríamos ser, ni lo que podríamos haber sido. Ya no hay nada entre nosotras, ni política, ni amor - le soltó Ione, con tristeza.

-No digas eso, Ione, por favor, no digas eso. No me hagas esto, no me dejes así, no me abandones. Aún podemos arreglarlo, aún podemos volver, aún podemos salvarlo. Aún hay algo entre nosotras, algo que nos une, algo que nos hace fuertes – le suplicó Yolanda, con desesperación.

-No, Yolanda, no podemos. Es demasiado tarde, es imposible, es inútil. No hay nada que arreglar, ni que volver, ni que salvar. No hay nada que nos una, ni que nos haga fuertes, ni que nos dé esperanza. Solo hay algo que nos separa, algo que nos debilita, algo que nos destruye - le sentenció Ione, con frialdad.

Y así, se despidieron, se dieron la espalda, se alejaron. Entonces, se oyó una voz que las interrumpió.

-¡Corten, corten! ¡Muy bien, magnífica representación! Esta obra va a ser un éxito y vamos a tener unos ingresos espectaculares - dijo Pedro, el director de la obra, que apareció en escena aplaudiendo con entusiasmo.

Yolanda e Ione se miraron y se sonrieron, aliviadas. Se abrazaron, cariñosas, y se felicitaron, sinceras. Se quitaron los micrófonos, se quitaron los disfraces, se quitaron los papeles. Se olvidaron de la política, se olvidaron de la ruptura, se olvidaron de la trampa. Se acordaron de la amistad, se acordaron del teatro, se acordaron de su sillón en el consejo de ministr@s.

“No tenemos nada que perder y un mundo por ganar (Dolores Ibárruri, nacida el 9 de diciembre de 1895 para ser conocida como ‘La Pasionaria’. Comunista desde la cuna o, lo que es lo mismo, una perdedora en la Espanya pre y post franquista, llevó en su corazón la lucha por la igualdad de las mujeres) 

Y que cumplas muchos más de los 46 de hoy y no te encuentres en la situación del "CSI" del vídeo. Jo estic en la situació i no aguanto ni dos minuts. Em moro, fix. M'estic referint al del vídeo per descomptat. 


 

 

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