CON LA INTENCIÓN NO BASTA (I)
Marta se miró al espejo y suspiró. Había pasado un año desde que se apuntó al gimnasio, pero no había notado ningún cambio en su cuerpo. Seguía teniendo los mismos kilos de más, la misma flacidez, la misma falta de energía. ¿Qué estaba haciendo mal?
Recordó el día que se inscribió, llena de ilusión y motivación. Se había comprado ropa deportiva nueva, una botella de agua, unos auriculares inalámbricos. Se había hecho una foto sonriente y la había subido a sus redes sociales con el hashtag #nuevavida. Había recibido muchos comentarios de apoyo y admiración de sus amigos y familiares. Se sentía orgullosa de haber dado el primer paso.
Pero ese primer paso no había sido seguido por muchos más. Marta solo había ido al gimnasio unas pocas veces, y siempre con pereza y desgana. Le costaba levantarse temprano, le aburrían las máquinas, le intimidaban los instructores, le molestaban los sudores. Prefería quedarse en casa viendo la tele o navegando por internet. Se decía a sí misma que ya iría mañana, o la semana que viene, o el mes que viene. Pero nunca llegaba ese momento.
Marta se engañaba pensando que con solo apuntarse al gimnasio ya había hecho suficiente. Que con solo pagar la cuota ya había comprado el derecho a tener una buena forma y hasta adelgazar. Que con solo tener la tarjeta de socia ya había demostrado su compromiso y su voluntad. Pero no era así. Había que actuar, siempre: ejercitarse, sudar, esforzarse, mejorar.
Marta apagó la luz y se metió en la cama. Mañana sería otro día. Quizás mañana se animaría a ir al gimnasio. O quizás no.
Es un error creer que siempre van a existir los libros. La raza humana no los ha necesitado durante millares de años; puede decidir hacer otra vez lo mismo." (Terrible y premonitoria frase de Edward Morgan Forster que vino al mundo sin un libro debajo del brazo el 1 de enero de 1879 y vivió una toda una época en la que no existían los libros digitales)
Y esta era la canción más escuchada en el mundo en enero de hace 50 años. No ha pasado el tiempo, se ha quedado. Ell era un amant afectuós i un acaparador d'afectes. Ella era la cosa més bufona que havia vist mai. Es van conèixer en un bar, van ballar al ritme de The Joker i es van escapar en la seva moto. Ell li va prometre una bona estona, però només li va donar fum.
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