VANIDAD HUMANA

Salí temprano esa mañana con la intención de disfrutar del paisaje otoñal y dejar volar mi imaginación entre las hojas secas. Casi siempre las mejores historias germinan en mí durante los paseos campestres, lejos del ajetreo de la ciudad.

Pronto divisé un grupo de personas reunidas al pie de un árbol, aparentemente absortas en algo que no alcancé a vislumbrar. Intrigado, me acerqué para investigar el motivo de su interés común.

Qué sorpresa me llevé al comprobar que todos, hombres y mujeres por igual, estaban enfrascados en retratarse a sí mismos con sus celulares. Selfie tras selfie, pose tras pose, apenas prestaban atención al maravilloso espectáculo que los circundaba. ¿Acaso no habían ido a admirar la naturaleza? Parecía que solo les importaba exhibir y admirar su propia imagen.

Con cada fotografía intentaban mostrar su versión más bella, aunque para ello tuvieran que distorsionar la realidad y tergiversar las proporciones de su anatomía. Uno hasta se atrevió a añadir un filtro de orejas de elfo. ¡La vanidad humana no conoce límites!

Mientras ellos continuaban ensimismados, ajenos al ridículo que causaban, aproveché para retomar mi paseo y dejar que mi mente vagara libre entre las hojas, lejos de semejantes muestras de narcisismo. Qué desperdicio, pensé, dedicar una mañana como esa a alimentar el propio ego en vez de alimentar el alma.

"No es que tenga miedo de morirme. Es tan solo que no quiero estar allí cuando suceda." (Gabriel Maura Gamazo, nacido el 25 de enero de 1879 como hijo de su famoso padre Antonio Maura. Como él se dedicó a la política conservadora y a las frases ocurrentes como la anterior. Por cierto, estuvo cuando sucedió)

Y que cumplas muchos más de los 25 de hoy y un consejo: lánzate, lo máximo que te puede decir es que no.

 Un noi tímit

Vaig mirar cap a la finestra, temorós de fer-ho. Dins de mi hi ha sentiments que no m'atreveixo a mostrar, per por de ser rebutjat i quedar sol una altra vegada. Desitjo acostar-me però la meva timidesa em frena. I així continuaré, observant en silenci i estimant en la distància, massa tímid per a deixar-la entrar en el meu cor.